Romina Marcos, la hija de Niurka que con su talento como bailarina y actriz ha demostrado que no necesita el nombre de su mamá para triunfar en el teatro y la televisión, reveló que padeció dismorfia después de tantas críticas sobre su cuerpo y su peso.
Y es que apenas esta semana, Andrea Legarreta le pidió que bajara de peso en una presentación de “Las Estrellas Bailan en Hoy”:
“Romi, estás hermosa. Los dos están hermosos. Pero a lo que voy es que también [deberías] haberle metido más al ejercicio. Bajar un poquito más de peso. Eso le va a ayudar mucho a Josh y, por supuesto, a ti. Hace un cambio, ¿no? Y eso es muy valioso”, dijo la conductora a Romi.
Ante esto, en entrevista con medios de comunicación, Romi Marcos afirmó que se traumó cuando bajó de peso tras los señalamientos de que tenía que hacerlo.
“Hubo prensa que habló desde un lugar como si tuviera una enfermedad o algo. Y la verdad es que, para empezar, no tenemos que hablar del cuerpo de nadie, nunca, jamás. Al menos que tenga un moco para que se lo quite o un cilantro en el diente, ahí si avísenos, por favor.
“Cuando bajé mucho de peso, me traumé. Fue un proceso donde aprendí bastante, sobre todo en la alimentación, pero me traumé mucho con no volver a subir. Imagínate, 23 años de tu vida siendo una persona rellenita y de repente estás esbeltísima, pues obviamente no quería volver a subir”, compartió Marcos.
Romi Marcos revela que vivió la dismorfia
En ese sentido, Romina Marcos recordó que siempre le decían que “nomás bajara tantito 5 kilitos” y esto le provocó dismorfia.
“No sé si les ha pasado que a veces se toman una foto, la ven y dicen ‘Qué horrible salí’. Después, la ven otro día y dicen ‘Pero si me veía bien, no manches’. Eso es la dismorfia”, compartió la joven que protagonizará la obra ‘The Prom’.
De acuerdo con la investigadora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM Rosalía Vázquez Arévalo, el trastorno dismórfico corporal fue denominado después de que en 1997 un equipo de la Escuela de Medicina de Harvard se dio cuenta de que hombres que practicaban pesas comenzaban a tener sentimientos de ineptitud o incompetencia, además de la sensación de no tener atractivo físico.
“Fue una etapa súper complicada de aprender muchas cosas de mi cuerpo. [...] Hoy no estoy tan flaca como antes, pero creo que tampoco estoy tan llenita como antes. Entonces me siento super bien. Me siento en un equilibrio, en un balance”, añadió Romi Marcos.
“No me comparen con mi mamá”
De la misma forma, cuando una reportera intentó preguntarle si no se comparaba con su mamá, Niurka Marcos, Romina aseguró que no lo hace porque, a final de cuentas, no tiene el mismo cuerpo que ella ni es la misma persona. Pero admitió que la gente sí suele compararlas.
“Yo a mí mamá la veo como un ser humano más. La admiro muchísimo, pero yo creo que esas comparaciones vienen de afuera. Afuera me lo dicen mucho, de repente veo comentarios… Pero para mí es como ‘No me compares’, porque no soy mi mamá y no tengo el cuerpo de mi mamá porque no soy mi mamá. No solamente soy mi mamá. Tengo las caderas de mis tías de Mérida, los pies de mi papá, los tobillos de mi abuela, los brazos de mi mamá. Soy todo eso”, puntualizó con un elocuente mensaje.
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