Desde hace muchos años la comedia inglesa ha sido sinónimo de éxito tanto en el teatro como en el cine y la televisión, a finales de los 90, una película dirigida por Peter Cattaneo y producida por los estudios Fox Searchlight Pictures, llamó mucho la atención por la temática cruda que toma como estandarte el desempleo, la carencia de afectividad entre pareja, los problemas derivados del divorcio y la crisis económica, todo eso se resuelve (al menos por unos minutos) encima de un escenario y con la música de Tom Jones.
Desde luego nos referimos al Full Monty (Todo o nada), película inglesa que se estrenó en 1997, protagonizada por Robert Carlyle, Marck Addy y Tom Wilkinson, con música del maestro Tom Jones y unas coreografías muy cómicas pero efectivas, basadas con algunas escenas de una de las películas ochenteras más exitosas, ‘Flashdance’ y su inolvidable tema ‘What a Feeling’.
La trama se suscita en Sheffield, Inglaterra, una comunidad próspera en los años 70 y 80 gracias a la industria metalmecánica, lleno de fábricas e industrias dedicadas a la metalurgia, sin embargo, con la apertura comercial de los años 90 y la degradación de la comunidad por el retiro de las industrias y el cierre de fábricas, cientos de personas (hombres en su gran mayoría) se quedan sin empleo y en una profunda crisis económica y de identidad.
A través de los diferentes personajes se presentan los efectos del desempleo, que afecta a la mayor parte de la gente. A medida que la trama empieza a tomar forma, se puede ver como desfilan ante el espectador vidas rotas, precariedad laboral, agencias de empleo, familias divididas y circunstancias familiares especialmente difíciles.
Muestra de ello es lo que le toca enfrentar al protagonista, Gaz, quien debido a su falta de ingresos se ve impedido de mantener una relación estable con su pequeño hijo Nathan. Su única alternativa es hacer algo totalmente innovador.
La solución llega mientras Gaz y su hijo acuden a un bar junto con Dave, en el que se presentan hombres que se dedican al streaptease, una diversión para las mujeres de la comunidad que se han visto también perjudicadas en sus relaciones personales por la depresión de sus maridos y parejas por no obtener empleo.
Los tres emprenden una descabellada idea: convertirse en estríperes, o como dicen ellos, 'stripper boys'. Esto se les ocurre cuando un show de estríper masculino de verdad llega a la ciudad, y casi todas las mujeres acuden a verlos en masa.
Para ello consiguen la ayuda de Gerald, exjefe de ellos, ahora también desempleado, y Lomper, otro ex-obrero quien se encontraba al borde del suicidio, el equipo lo cierran el Caballo (Horse) y Guy, igual de perdedores que los otros cuatro, pero también con las mismas necesidades y el mismo deseo de triunfar.
Por todo o nada
El grupo comienza a ensayar con el objetivo de juntar dinero, reunir al mayor número de mujeres para que los vean y lograr generar un gran espectáculo. Sin embargo, las cosas no son fáciles, les cuesta trabajo desnudarse, bailar es una odisea y mientras eso pasa, los problemas maritales y económicos continúan.
En uno de los ensayos en una fábrica abandonada, los integrantes hacen su show frente a las chicas de la familia del ‘Caballo’, entre ellas varias mujeres adultas y una joven, todas ellas afroamericanas, las cosas parecen ir muy bien en el escenario, cuando de pronto son sorprendidos por un policía, los detienen y los presentan desnudos en la comandancia de policía.
Ese hecho los hace famosos, ya que en la comandancia nadie les cree que se encontraban semidesnudos ‘trabajando’, hasta que llevan la cinta de grabación de la fábrica y descubren que estaban montando un show desnudista, la grabación y los rumores comienzan a correr entre los habitantes del pueblo, lo que genera expectación y comienzan a vender como pan caliente los boletos de su show.
El final de la cinta abre la posibilidad de cerrar círculos maritales, recobrar la autoestima, conseguir el objetivo de crear un gran show y demostrar que en esta vida hay que ir por ‘Todo o nada’, y si le ponemos el sello distintivo de Tom Jones para la coreografía, el resultado es genial.
La película tuvo un gran éxito de taquilla. De hecho fue nominada a cuatro Premios de la Academia, incluyendo el de mejor película, pero fue eclipsada por la gran ganadora de los premios en 1997, ‘Titanic’, obteniendo solo el Óscar a la mejor banda sonora.
En 2007 fue declarada la segunda mejor película de comedia británica de todos los tiempos.
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