La popular actriz y bailarina mexicana de los años 70, Liliana Mendiola Mayanes, mejor conocida en la farándula como Lyn May “La Diosa del amor”, es reconocida como una de las bailarinas de mayor renombre en el cine de finales de los 70 y principios de los 80, en el género conocido como cine de ficheras.
La talentosa bailarina continúa llevando una vida sana y un ritmo en la sangre que no cualquiera a pesar de su edad, además de una elasticidad que muchas mujeres jóvenes desearían.
Mendiola Mayanes nació en Acapulco en 1952. Fue la mayor de cinco hermanos, todos de ascendencia china.
Su infancia transcurrió en la colonia popular La Mira, ubicada en un cerro acapulqueño que tiene a sus pies el acantilado de La Quebrada (sitio famoso a nivel mundial), donde vivía con su abuela materna y su bisabuelo.
A la edad de 16 años, la joven Lyn May comenzó a trabajar como bailarina en el cabaret "El Zorro". Debido a su escultural figura y talento en el baile, fue contratada para trabajar como bailarina en el centro nocturno Tropicana, de Acapulco.
En ese recinto conoció al comediante mexicano Germán Valdés "Tin Tan", quién la eligió para alternar con él en una serie de sketches cómicos, a partir de entonces la imagen de la jovencita de apenas 16 años comenzó a lucir en diferentes espectáculos de burlesque, cabaret y baile, no sin antes ser parte del show de bailarinas del conductor Raúl Velasco en “Siempre en Domingo”, alternando con figuras de la talla de Olga Breeskin.
La fama de Lyn May la llevó a ser parte principal del elenco del teatro Esperanza Iris (Teatro de la Ciudad) en la capital mexicana, además del teatro Blanquita (en el que figuraba junto con el rey del mambo, Dámaso Pérez Prado) y del cabaret Capri, lo que le abrió las puertas para trabajar en el cine y la televisión, principalmente en el cine de ficheras a lado de otras figuras del momento como Sasha Montenegro, Thelma Tixou, Angélica Chaín y la Princesa Lea entre otras.
En los años 80 Lyn May ya era toda una celebridad, pasó del cine de ficheras a la comedia erótica que identificó esa década en el cine mexicano, actuando con los grandes comediantes de la época, como Alfonso Zayas, Lalo “El Mimo”, Alfonso Rojas “El Caballo”, Rafael Inclán entre otros.
Figura del cine erótico y del cabaret
En esa época la bailarina no sólo de dedicó a bailar sino también al desnudo, siendo una de las figuras más reconocidas en el ambiente artístico por su escultural cuerpo, mismo que conserva hasta nuestros días, precisamente en un clip de la cinta “Cuentos colorados” (1981), la actriz realiza un baile erótico que dejó babeando a parte de la audiencia mexicana de aquel entonces y todavía en nuestros días, por la elasticidad y sensualidad de sus movimientos.
Con el declive del cine de ficheras y erótico de los años 80, también se vino abajo la vida nocturna, lo que generó que la mayoría de actrices y bailarinas que se hicieron famosas en aquellos años se retirarán, así pasó con Lyn May, quien reapareció en plan estelar con cuerpazo en el video de la canción Mr. P. Mosh de Plastilina Mosh en 1998.
A partir de entonces la bailarina tuvo un resurgimiento de su carrera, misma que sigue vigente hasta nuestros días, con un sello particular, sigue bailando y deslizándose en la pista como en sus mejores años.
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