Desde el año 2013, año en que surgió el proyecto de la serie “El Señor de los Cielos”, como una apuesta arriesgada y fresca en la televisión restringida, la actriz Fernanda Castillo se ha dado a conocer como una de las actrices más queridas y seguidas por el público de la serie.
Y no es parta menos, Robles estuvo presente desde la temporada uno hasta la quinta, misma en la que tuvo un trágico final justo para cerrar aquella temporada, sin embargo, su personaje dejó mucho de qué hablar y sobre todo frases icónicas que ahora son referencia del mundo del espectáculo y del imaginario colectivo.
Mónica Robles tiene un carácter fuerte, lo necesita ya que debe sobreponerse a sus hermanas, quienes están al mando del Cártel de los Robles, no sólo eso, también debe mostrarse fuerte ante todos para no revelar un oscuro secreto que no la haga parecer débil frente a sus adversarios y sobre todo frente a Aurelio Casillas, interpretado por Rafael Amaya.
Las frases empoderadas
Por eso a continuación te dejamos estas siete frases que han marcado el antes y el después del personaje creado por Fernanda Castillo y al que el público le tiene un gran cariño desde su aparición.
Que tal mostrarle el amor y el desprecio en una sola frase a quien consideras el amor de tu vida, pero a la vez el peor hombre con el que has lidiado y decirle:
“Yo he sido la única estúpida que se enamoró de la porquería que eres”
O que tal una frase “matona” para recordarte que a pesar de que puedes hacerle daño, no trates de darle la espalda porque puede resultar mortal.
“Soy como el vidrio: si me quiebras, me rompo, y si me pisas, te corto”
Y si se te ocurre la brillante idea de salir con otra mujer que no sea la tuya y hacer como que no sucede nada, sólo recuerda esta frase y los ojos penetrantes de Mónica Robles.
“Espero de verdad que estés en un negocio y no con otra vieja, si no, no te la vas a acabar”
Y si esa mujer piensa que te ganó la batalla, hazle saber lo siguiente:
“Ni te emociones mija… porque él, le habla bonito a todas”
Y si estás en una negociación, cualquiera que está fuere, jugar (o intentar jugar) con una Robles no debe ser buena idea.
“Va a ser lento y doloroso, pero no vas a volver a sonreír. ¡Eso te lo juro!”
Lo que es innegable es que no puedes pasar de largo frente a una mujer con este carácter, fuerza y temperamento, sin voltear a verla o enamorarte de ella.
“Soy de esas mujeres que son veneno y antídoto a la vez, a quien quiero curar lo curo, y a quien quiero matar lo mato”
Lo último que podría pedirle a una Robles es que abandoné a su familia por un hombre, eso jamás va a ocurrir.
“Lo que tenemos en común es que las dos amamos a hombres que viven en peligro, que caminan de la mano de la muerte. Tú a tu marido, y yo… a mis hermanos”.