El Día de Muertos en Oaxaca está rodeado de festejos auténticos, coloridos y profundamente arraigados en las tradiciones prehispánicas y católicas. Un ejemplo es el Xandú, una celebración de las comunidades del Istmo de Tehuantepec considerada un puente entre la vida, la muerte y el cosmos, que se sitúa en los últimos días de octubre.
El Xandú, nombre que deriva de la festividad de Todos los Santos, es organizado por las mujeres, quienes junto a sus familias se preparan desde nueve días antes. En cada uno de los ellos se hace un rezo y al final se reparten chocolates, pan, atole, licores o cigarros.
Seguir leyendo
¿Qué almas regresan a los hogares el 30 de octubre para Día de Muertos?
¿En qué consiste el Xandú, la celebración del Día de Muertos en el Istmo de Tehuantepec?
De acuerdo con la creencia local, indica el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INP), el aire frío es la señal de que las ánimas han comenzado a volver desde el paraíso. El viaje toma tres meses, por lo que sólo regresan las almas de quienes han fallecido antes de agosto; las de aquellas que murieron después deben aguardar a ser recibidos y emprender el regreso en compañía de todas las ánimas el año siguiente.
Como parte de la tradición, los zapotecos esperan a los difuntos en sus hogares, donde desde el 25 de octubre colocan altares, que pueden ser: el biguié’ o la pirámide escalonada. El primero es un marco tapizado de hojas de plátano, flores, fruta y algunos alimentos, debajo del cual se deposita el resto de la ofrenda junto con las imágenes religiosas y los retratos de los
muertos; el conjunto se encuadra en un arco hecho con la misma palma bananera.
Mientras que en el segundo se construye una escalera de siete niveles, que se cubre con manteles y papel picado; en los demás pisos se colocan flores, veladoras, incienso, tlayudas, mezcal, fruta y los alimentos preferidos de los difuntos, con una imagen religiosa en la cima y un extenso camino al frente, formado con más flores, frutas y veladoras.
¿Cómo se celebra el Xandú en Juchitán?
Los días más importantes de la ceremonia son el 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre. En la primera noche se espera a las almas de los pequeños difuntos, mientas que en la segunda se recibe a los adultos. El 2 de noviembre, los altares se desmontan y las ofrendas se reparten entre vecinos y familiares, con lo cual finaliza el Xandu’.
Por su parte, la Regiduría de Desarrollo Económico y Turismo de Juchitán indica que esta celebración es un puente entre la vida, la muerte y el cosmos. Además, el hecho de que se sitúe en los últimos días de octubre se debe a que el velo que separa los planos terrenales y espirituales se vuelve más tenue, lo que permite a las almas reencontrarse con sus seres queridos.
En Juchitán, se celebra a través del ritual Biguie', una fiesta calendárica y una representación del microcosmos zapoteca, donde a través de simbolismos se reflejan el las direcciones del cosmos, el mundo y los árboles que lo sostienen. Las familias visitan a sus familiares y amigos con su "Guuna" o apoyo y reciben a cambio su "Xindxá".