Estamos a unas semanas de Día de Muertos 2022 y en el ambiente se siente el viento otoñal que a muchos les da escalofríos y les recuerda que octubre y noviembre son meses de terror y conexión con los espíritus. Por ello, en esta ocasión te traemos 3 leyendas populares de Oaxaca, las cuales llegaron a aterrorizar a quienes las escuchaban.
Recordemos que la tradición oral de las leyendas logró que, antes de que hubiera medios de comunicación e Internet, llegaran a varias personas de boca en boca. Así que, si alguna de estas narraciones te gusta, no dudes en contársela o pasársela a alguien más, para así mantener vivas las tradiciones.
En ese sentido, una de las leyendas es tan icónica en Oaxaca que suele ser representada durante la Guelaguetza e incluso se encuentra en el símbolo del estado.
La Princesa Donají
Esta es la historia que más tradición tiene entre los habitantes de Oaxaca y proviene de la mitología zapoteca. La leyenda comienza en Zaachila, donde nace la Princesa Donají, cuyo nombre significa “alma grande”, hija del rey Cosijoeza. Cuando nació, incluso un sacerdote de Mitla vio que en el cielo había un signo de fatalidad.
Cuando los zapotecas estaban en guerra con los mixtecos, Donají se enamoró del príncipe Nucano, quien era mixteca. Cuando el pueblo mixteco ganó las batallas, pidieron a la princesa como “prenda de paz” y fue llevada a vivir a un palacio de Monte Albán.
Sin embargo, cuando ella descubrió que los mixtecos planeaban una emboscada, intentó avisar a su pueblo, pero fue asesinada por un guerrero. Al arrojar su cuerpo al río Atoyac, la princesa Donají se convirtió en el lirio más hermoso jamás visto.
La leyenda del Rey Condoy
Por otro lado, este relato oaxaqueño viene de la mitología de los Mixes. Condoy nació de un huevo que encontró una pareja mixe que había ido a buscar leña. Al tercer día, él ya era un hombre.
Condoy viajó a lugares como Tehuantepec, y regresaba con ollas de dinero. Un día, se marchó en busca de dinero y conocimiento para ayudar a su pueblo, quienes ya lo habían nombrado rey.
Un día, Condoy fue a Mitla, donde quería construir su palacio, pero el canto de un gallo lo asustó y regresó a Oaxaca. En el camino, se detuvo a descansar y clavó su bastón de más de 60 kilos en el suelo, el cual retoñó y dio como fruto el Árbol del Tule, que hasta la fecha sigue siendo uno de los que mayor diámetro. Según la leyenda, el Rey Condoy se fue al cerro del Zempoaltepetl, donde se quedó a vivir para siempre, y aún continúa ayudando a su pueblo Mixe.
La Poza Encantada
Esta leyenda pertenece al ejido de Guadalupe Victoria, en el municipio de San Felipe del Agua. Según la historia, una joven un día fue a bañarse al río San Felipe, donde apareció de la nada una jícara roja, con la cual se echó agua.
Sin embargo, al usar la jícara, la hermosa joven quedó paralizada y se hundió en el agua del río. Cuando la buscaron, no lograron encontrarla. Sólo estaba la jícara.
Tiempo después, habitantes comenzaron a relatar que había una mujer con cola de pescado, como una sirena, que se les aparecía y los invitaba al río para ahogarlos. Hasta la fecha, ha habido casos de ahogamientos que se atribuyen a esta leyenda.
Con información de Vive Oaxaca y NVI Noticias.
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