Uno de los grandes clásicos de Disney basado en la cultura y tradiciones mexicanas, es sin duda, la cinta de Pixar, Coco, que toma como referencia e hilo conductor, las tradiciones mexicanas del Día de Muertos en México, una de las festividades más apreciadas en el mundo y un motivo de orgullo para todos los mexicanos, por la sensibilidad y amor con la que se prepara y a la que se le da un sitio preponderante en las fiestas anuales.
Esa tradición y cultura, llevó a los creadores de los estudios Pixar y a Disney, a visitar distintos lugares para recrear la esencia del pueblo mexicano en esas fechas, obteniendo valiosos conocimientos sobre algunas técnicas y artesanías mexicanas que dieron el salto a la pantalla grande; una de ellas, fue la creación y expresión de los famosos Alebrijes oaxaqueños, mismos que tienen un lugar muy importante dentro de la cinta, razón por la que son esenciales para ayudar a Miguel (el protagonista) a cruzar entre el mundo de los vivos y de los muertos, con ayuda de su perro y un impresionante jaguar.
Esa visión de la importancia de los animales en la cosmogonía oaxaqueña y mexicana en general, tiene su razón de ser y además, cuenta con artesanos que le saben sacar jugo a sus manos y a la creatividad de la mente dentro de sus talleres especializados única y exclusivamente en la manufactura de Alebrijes y que mejor experiencia que hacerlo en las tierras oaxaqueñas.
El Taller Jacobo y María Ángeles es uno de tantos talleres que diariamente generan no solo arte, también fuentes de empleo y conocimiento para niños y jóvenes, así como adultos que desean expresar sus emociones a través de la cartonería y la madera, por lo que el taller no solo genera dinero, también ofrece la oportunidad de aprender a quienes tienen pocos recursos y se ven limitados por esta razón.
Un sueño hecho realidad en San Martín Tilcajete
El taller es el sueño realizado de la pareja conformada por Jacobo y María Ángeles , ambos originarios de Oaxaca y avecindados en el municipio de San Martín Tilcajete, la meca de los alebrijes y uno de los municipios más prósperos en cuanto a la creación y fomento del arte de los alebrijes y el manejo de la madera y el cartón.
La pareja ha tenido varios aciertos al sobrellevar con algunos sobresaltos sus ideales y formas de trabajo, dentro de su taller y escuela de arte y oficios, sobrevivieron con apuros la pandemia, pero salieron adelante, implementaron su transición a la era digital, apostaron por crear obras únicas e irrepetibles y le brindaron el respeto e importancia que les merecen los animales y la relación de vida que llevan con los humanos para hacerlos parte esencial de su trascendencia, plasmando esa relación en obras de arte de madera que son invaluables por el proceso creativo que lleva cada una de los alebrijes que salen del taller.
Sus creaciones son únicas y van desde un pequeño camaleón de unos cuantos centímetros, hasta enormes jaguares y aves, lo que les ha dado relevancia entre quienes visitan las tierras oaxaqueñas, lugar en el que el arte y la creatividad son como el oxígeno, se respira por todas partes.
Los alebrijes son la representación de animales que forman parte del calendario zapoteco pero otras figuras son el resultado de la fusión entre animal y ser humano, considerados como amuletos entre los seres humanos.
El taller de Jacobo y María Ángeles, está ubicado en San Martín Tilcajete, a solo unos cuantos kilómetros de la capital oaxaqueña y está abierto a todo público, eso si, para poder entrar a los talleres de creación, hay que llevar a cabo un registro y ver si existe cupo para estar dentro.