Los tamales oaxaqueños son una de las comidas típicas mexicanas más consumidas en el país, caen bien a todas horas y no hay nadie que se resista a alguno de sus sabores tradicionales, pero ¿sabías que los tamales de Oaxaca tienen muchos más sabores que rojo, mole, verde y de dulce? Y su historia data de muchos años antes de la llegada de los españoles a nuestra tierra.
- Origen de los tamales Oaxaqueños
Los tamales son un alimento prehispánico tradicional que se hace con masa de maíz y se rellena de alguna salsa y carne, se envuelve en una hoja de plátano o de aguacate y se cuece al vapor logrando una consistencia esponjosa.
Aunque no se sabe con exactitud cómo o dónde nació el tamal, hay evidencias encontradas en zonas arqueológicas de nuestro país que nos hacen creer que nació en México, y cada estado creó su propia versión, y así logró extenderse a otras partes del mundo.
Su nombre, tamal, viene de la palabra náhuatl “tamalli” que significa envuelto y aunque se prepara de diferentes maneras en diferentes estados, los más reconocidos a nivel nacional siempre son los oaxaqueños.
Los tamales Oaxaqueños se envuelven en hoja de plátano, lo que cambia su sabor y lo hace único a comparación de sus hermanos de otros estados, pero no solo su sabor lo hace especial, también la variedad de sabores que tiene que se despegan totalmente de los cuatro que acostumbramos a comer.
- Gama de sabores de los tamales oaxaqueños:
Como ya dijimos anteriormente, los tamales oaxaqueños no se dividen solo en cuatro sabores rellenos de pollo o rajas. No. Sus sabores son totalmente diferentes y te harán vivir una explosión de sabores únicos e inimaginables.
1. Tamal de chepil:
Como todos tiene la base de maíz, pero en vez de tener chile dentro, lo que tiene de relleno es planta chepil o chipilín y cuando ya está listo se le vierte la salsa de chile pasilla por fuera.
2. Tamal de piedra
Sí, leíste bien de piedra. Lo que lo vuelve especial es que tiene forma redonda, como una piedra, y no queda esponjoso. Sus únicos ingredientes son la masa, frijoles, sal y la hoja de aguacate donde se envuelve.
3. Tamal de cambray
Es fácil de reconocer por su forma de cilindro y se envuelve en hoja de plátano, mientras que su relleno consiste en una mezcla de pollo, huevo cocido, aceitunas, almendras, plátano macho y pasitas.
4. Tamal de tichindas
Si eres amante de los mariscos este tamal es para ti, ya que la masa se rellena de chile costeño y tichindas, una especie de almejas del ser de Oaxaca, lo divertido de este mal es que al comerlo deber ir abriendo las almejas para comer lo que tienen dentro.
5. Tamal de chicatana
¿La hormiga? Sí, la hormiga. Como su nombre lo dice, este tamal está relleno de uno de los manjares oaxaqueños que pocos se atreven a comer, la acompañan con un relleno de salsa de chile morita y guajillo; obteniendo así un tamal picoso y crocante.
6. El manjar
Y por supuesto no podíamos dejar de lado un tamal dulce, “El Manjar”, también conocido como tamal de mermelada, se elabora con mermeladas de tejocote, guayaba y manzana. Tradicionalmente, se come en navidad o en temporada de calendas, pero actualmente lo puedes encontrar en cualquier temporada del año.
Ahora ya sabes que los tamales oaxaqueños son mucho más que mole, salsa ver, rajas y dulce. La próxima vez que visites Oaxaca asegúrate de probar una de estos sabores para vivir la experiencia gastronómica completa.
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