COCINA OAXAQUEÑA

El restaurante de OAXACA en el que puedes probar los auténticos moles de las regiones

En este sitio puedes tener la suerte y distinción de ser atendido por una de las chefs y cocineras tradicionales más grandes de México

ESTILO DE VIDA

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En este sitio puedes tener la suerte y distinción de ser atendido por una de las chefs y cocineras tradicionales más grandes de México Créditos: Especial

Si algo distingue a Oaxaca es la riqueza gastronómica, misma que se ha ido amoldando a lo largo de su historia centenaria, producto de la mezcla entre la comida indígena y los alimentos que llegaron desde Europa y que le ha dado una complejidad extraordinaria que la pone en los cuernos de la luna a nivel mundial.

Uno de los más grandes aciertos es la creación de distintos moles a lo largo de su historia, hablar de Oaxaca y Puebla en México, es remitirse a colores y sabores muy buenos, fuera de lo común en cuanto a otras comidas que se hacen en nuestro país y que son la huella antes los visitantes que llegan a México.

La lista es inmensa, pero podemos mencionar los principales que son del agrado de millones de personas en México y el mundo.

El mole negro es el más conocido en todo el estado. Se prepara principalmente con pollo o guajolote; los ingredientes incluyen chiles como el mulato, pasilla, ancho, guajillo y chipotle, así como plátano, jengibre, clavo, pimienta, tomillo, hoja de aguacate, almendras, nueces, ajonjolí, cacahuates, pan de manteca tostado y tortillas. Además, incorpora un chile endémico llamado chilhuacle, que es único de la zona de la Cañada.

El tradicional mole rojo tiene como elemento principal al pollo y es el más picante de todos. Sus ingredientes son similares al mole negro, pero en este caso los chiles no se tateman tanto, conservando su color original.

En regiones del sur de Oaxaca, como el Istmo o la Costa, a veces se le añaden camarones frescos o secos y salados previamente, lo que le da un sabor completamente distinto.

Otro mole que es sumamente popular en la zona del Valle (que incluye el centro de la Ciudad de Oaxaca), es el amarillo, un mole espeso, de color entre amarillo y naranja, y tiene poco picor. Se suele acompañar con pollo deshebrado y lleva ingredientes como miltomate, cebolla, ajo, comino, tortilla, cilantro y chile costeño.

La cocina tradicional mexicana es un privilegio que podemos alcanzar en Las quince letras de Oaxaca (Foto: Las quince letras)

El mole verde está preparado con hierbas frescas como epazote, cilantro y hojas de rábano. Es menos espeso que otros moles y se sirve con carne de cerdo o pollo. Su sabor es fresco y herbal.

El coloradito se caracteriza por su color rojizo y se prepara con chiles guajillo y ancho. A menudo se sirve con carne de cerdo o pollo y se acompaña con arroz blanco y frijoles.

El mole chichilo, es un mole oscuro y espeso, con un sabor ahumado. Se hace con chiles pasilla, guajillo y mulato, además de especias como el tomillo y el orégano. Se sirve con carne de res o cerdo.

Uno muy famoso es el “mancha manteles” debido a su color intenso. Combina sabores dulces y picantes, y se prepara con chiles ancho y guajillo, frutas como piña y plátano, además de carne de cerdo o pollo.

Las quince letras en Oaxaca (Foto: Las quince letras)

El quince letras, un sitio tradicional y muy concurrido

De todo el listado de suculentas opciones, no hay alguno al que nos neguemos a darle una oportunidad y para eso, existen opciones en Oaxaca que nos ofrecen la oportunidad de degustarlo en un ambiente tranquilo, festivo y con olores muy agradables, es el caso de Las quince letras.

Las quince letras es un restaurante muy accesible, obra de la chef y cocinera tradicional, Celia Florián, nativa de Zimatlán de Álvarez en Oaxaca, y que se localiza en el centro histórico en Oaxaca.

Celia es una de las cocineras más experimentadas tanto de Oaxaca como de México ante el mundo y por ello, recibió la oportunidad de narrar el capítulo de Street Food Latinoamerica, creado por Netflix, enfocado en México, siendo un deleite escucharla mientras va narrando lo que se prepara ante las cámaras.

En Las quince letras, los comensales pueden degustar una amplia carta de platillos, pero de entre esa lista, destacan los moles, y todos los que mencionamos en la lista de arriba, los puedes degustar en este lugar.

Para llegar solo es necesario caminar por la calle de Mariano Abasolo, misma que te conecta con la plaza central (El Zócalo) y Santo Domingo de Guzmán en el No. 300.

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