En pleno cierre del otoño en OAXACA y gran parte del país, el clima frío y con amaneceres nubosos y un frío estremecedor, invita a visitar lugares mágicos y con un imán especial para acampar, hacer una caminata larga por el bosque, descubrir los amaneceres nublados en medio de una cabaña acogedora y caliente, así como degustar los placeres de la comida tradicional oaxaqueña, y ese lugar está a sólo una hora y media de la capital oaxaqueña.
Nos referimos a San Antonio Cuajimoloyas, un pequeño pueblo ubicado en la región de la Sierra Juárez en Oaxaca, conocido por su clima frío y su paisaje montañoso que lo convierte en un destino ideal para disfrutar del invierno.
Sus calles empedradas, casas de adobe y vistas panorámicas de los valles y bosques invitan a los visitantes a desconectarse del ritmo acelerado de la ciudad y a conectarse con la naturaleza y la tranquilidad de la vida rural.
El frío invernal es uno de los principales atractivos, ya que permite vivir la experiencia de amaneceres con neblina, el sol apenas caliente en el horizonte y atardeceres envueltos en brisa fresca, perfectos para caminatas y contemplación frente a una fogata o mientras se bebe un rico café caliente.
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La gastronomía que no puedes perderte en Cuajimoloyas
La gastronomía de Cuajimoloyas es un reflejo de la riqueza cultural oaxaqueña, con platillos tradicionales que destacan por su sabor y riqueza cultural, como el mole negro, el tasajo, el queso de leche de vaca y el chocolate de piedra, preparados con ingredientes locales y recetas que se han transmitido de generación en generación entre las cocineras tradicionales de la Verde Antequera.
Las cocinas familiares y los pequeños restaurantes ofrecen una experiencia auténtica, donde los turistas pueden degustar platillos acompañados de atole o chocolate caliente, ideales para combatir el frío y deleitarse con sabores únicos, así como una buena tlayuda o unas quesadillas repletas de quesillo con tasajo y su ramita de epazote.
Otra de las experiencias invernales más especiales en Cuajimoloyas es la posibilidad de hospedarse en cabañas rústicas o casas de huéspedes, muchas de ellas equipadas con chimeneas y vistas espectaculares a la montaña e incluso, hay lugares como Ixtlán de Juárez en la misma Sierra Norte que cuentan con puentes colgantes, que son la fascinación de los visitantes, en El Heraldo de México OAXACA te contamos acerca de ellos.
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El sitio ideal para disfrutar de Hongosto en el verano oaxaqueño
El contacto con la comunidad local y la participación en experiencias tradicionales, como la elaboración de artesanías o la visita a los huertos de aguacate y café, enriquece la experiencia turística y permite conocer de cerca la vida cotidiana de sus habitantes; además de ser un escenario perfecto en el mes de Hongosto, con la colecta de hongos silvestres.
El ambiente acogedor y la hospitalidad de los lugareños hacen que los visitantes se sientan como en casa, en un verdadero paraíso que no puedes perderte, además de los precios accesibles, amabilidad de sus residentes y la accesibilidad desde la capital oaxaqueña.
San Antonio Cuajimoloyas destaca por sus festividades y tradiciones, especialmente durante la temporada de invierno. Las celebraciones religiosas y culturales, como la fiesta en honor a la Virgen de Guadalupe o las fiestas de fin de año, son momentos en los que la comunidad se une para compartir música, danzas y platillos típicos, creando un ambiente festivo y cálido que contrasta con el frío del exterior.
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¿Cómo llegar a Cuajimoloyas desde la ciudad de OAXACA en noviembre de 2025?
Para llegar de la ciudad de Oaxaca a Cuajimoloyas en la Sierra Juárez utilizando transporte público, la opción más común es tomar la línea de autobuses “Flecha del Zempoaltépetl”, que ofrece salidas diarias desde la central de autobuses de Oaxaca hacia diversos pueblos de la Sierra, incluyendo Cuajimoloyas.
Los horarios habituales de salida son a las 8:00, 11:00, 13:00, 17:00 y 20:00, aunque es recomendable confirmar en la terminal los horarios actualizados para el día de tu viaje. El trayecto dura aproximadamente una hora y media, dependiendo del tráfico y las condiciones de la carretera.
El autobús te deja en el centro de Cuajimoloyas, desde donde puedes caminar a los principales atractivos o contactar a un hospedaje local para que te recoja.