El municipio de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, se ha convertido en las últimas horas en un lugar agobiante para cerca de ocho mil migrantes que permanecen hacinados y varados en su intento de llegar a la frontera norte de nuestro país.
La situación es complicada debido a que en pocos días el número de migrantes pasó de entre tres mil y cuatro mil, a más del doble, lo que ha colapsado los servicios en los albergues del Instituto Nacional de Migración (INAMI) en Oaxaca, lo que ha alertado a las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Este hecho sin precedentes ha obligado a las autoridades municipales a pedir apoyo de los propios migrantes para que ayuden en las labores de limpieza y recolección de desechos de los lugares en los que se quedan a pernoctar, y por otro lado, se ha abierto un nuevo "negocio" para los habitantes que ahora son conocidos como "tapaneros", quienes ofrecen sus tapancos o lugares al aire libre con sombra en pequeños refugios que son alquilados para los migrantes.
Y no sólo eso, también se ha informado que, debido al hacinamiento en los albergues, ya se puede ver pequeños campamentos a las orillas de la carretera panamericana Cristóbal Colón, en los que se puede ver a cientos de migrantes (incluidas familias enteras), cansados luego de varias jornadas de caminata bajo el sol y a la espera de una resolución por su calidad de migrantes.
Esto también ha generado problemas en la localidad, ya que, en las últimas horas, usuarios de los servicios bancarios emitieron una queja porque no se les estaba dando servicio para priorizar el cambio de divisas a los migrantes, razón por la que las autoridades decidieron clausurar dos bancos de la zona.
Refugios insuficientes
Las carpas instaladas por el INAMI ya son insuficientes para los miles de migrantes que ahora son presa del cansancio y de las restricciones por parte de los gobiernos de México y los Estados Unidos quienes recientemente alcanzaron un acuerdo para evitar la acción de grupos dedicados a la trata de personas y a la inmigración ilegal, con nuevos controles y mayores medidas enfocadas en detener los flujos migratorios y llevarlo a cabo de manera regulada.
Además, se informó recientemente que el gobierno de Estados Unidos abrió las puertas para más de 24 mil migrantes de origen venezolano que desean llegar al país, siempre y cuando cubran con los requisitos de ley para poder hacerlo, mientras que los que intenten vulnerar la frontera sur de EU, serán deportados a México sin restricciones.
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