Tres sujetos señalados como responsables de la muerte de 15 personas pertenecientes a la comunidad ikoots del municipio de San Mateo del Mar en Oaxaca, fueron sentenciados a 210 años de prisión (en la suma de sus condenas), por un juez federal.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), se trata de la primera sentencia condenatoria por esta masacre, la cual es considerada como la masacre más violenta y la que ha dejado el mayor número de muertes (15 personas), las cuales fueron desmembradas y quemadas vivas en la comunidad ikoots el 22 de junio de 2020.
La Fiscalía del Estado indicó que tres sujetos que responden a los nombres de José Luis C., Gualterio E., y Flavio S, fueron sentenciados a 210 años de prisión luego de hallárseles culpables por el asesinato de las 15 personas, con alevosía y ventaja, por un conflicto electoral suscitado en la comunidad que se encuentra dentro del municipio de San Mateo del Mar, localidad que se ubica en la franja entre el Pacífico y la Laguna Interior en el Istmo de Tehuantepec.
Un conflicto electoral derivó en la masacre
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General de Oaxaca, durante la madrugada del 22 de junio del 2020 se registró la tortura, incineración y asesinato de quince personas en la Agencia Municipal de Huazantlán del Río, perteneciente a San Mateo del Mar, hechos en los que participaron los tres sujetos.
Los sentenciados además de su condena, deberán pagar la reparación del daño y una multa a los deudos de las víctimas, que en suma supera los seis millones, 700 mil pesos.
El conflicto que derivó en estos hechos lamentables se generó tras un conflicto entre pobladores que apoyaban al entonces presidente municipal, Bernardino Ponce Hinojosa y autoridades comunitarias que no las reconocían.
El problema escaló después de suscitarse roces entre ambos grupos, y poco a poco aumentaron la agresividad y violencia, hasta que la madrugada del 22 de junio y pese a la presencia de Policías Estatales y de la Guardia Nacional (GN), los pobladores de Huazantlán del Río fueron atacados aprovechando la noche, lo que generó la masacre más grave de la que se tiene registro en Oaxaca.