Pobladores de municipios que están en la ruta que siguen los migrantes centroamericanos en su camino por México para llegar hacia los Estados Unidos, han dejado de lado la amabilidad y atenciones para los viajeros, por una serie de restricciones y un trato más "seco" para evitar que se queden en sus municipios y además, amenazan con negarles el acceso a los servicios, salvó en áreas alejadas de las zonas en las que usualmente conviven los lugareños.
El caso más emblemático se vivió el día de ayer, domingo 14 de enero cuando pobladores, policías y elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), se apostaron en la carretera de entrada al municipio de Santo Domingo, Zanatepec, para desviar a los migrantes y negarle el acceso al centro de la localidad a los integrantes de la llamada caravana "Éxodo por la pobreza".
“No permitieron que entráramos a descansar en el parque municipal y no nos dejaron otra opción que caminar bajo el fuerte sol otros nueve kilómetros hacia la colonia Río Ostuta, donde ni siquiera ahí unos pobladores no quieren que descansen los niños y las mujeres deshidratados”, señaló la coordinadora se la caravana, Rosa Vasquéz.
La reacción de los pobladores se debe a que en los últimos meses, los migrantes han aumentado por aquella región, luego de la restricción y peligro que les genera irse por la ruta que habitualmente utilizaban, ya sea por tren a través de "La bestia" el cual ya no es una opción y la otra ruta era subir había Veracruz, sin embargo, esa ruta se ha vuelto muy peligrosa por los grupos del crimen organizado que mantienen el control por esa zona.
Ante esta problemática, los migrantes que salieron desde el poblado de San Pedro Tapanatepec, en dónde está ubicado el albergue provisional instalado por el gobierno estatal y el INM, durante la madrugada del sábado, (alrededor de unos 2 mil migrantes), caminaron durante la noche para llegar al poblado de Zanatepec, sin embargo, al llegar se toparon con los bloqueos por parte de los pobladores, lo que les ha dificultado el libre tránsito y el descanso, sobre todo para niños y mujeres.
La opción que les ofrecieron los policías y pobladores, fue sus caminarán hasta rio Ostuta, lugar en el que fueron "invitados" a quedarse a descansar en el área del panteón municipal, muy alejados del centro del poblado y sin los servicios que podrían ofrecerles en el centro, lo único que recibieron fue una dotación de agua para que se refrescaran, pero nada más, no hay albergue ni tampoco baños para que puedan hacer sus necesidades o refrescarse.
Replican la "iniciativa"
Ante está situación, el coordinador del Centro por la Dignificación Humana, Luis Rey García, pidió al gobierno estatal, que no niegue la ayuda a la caravana migrante y que pueda dotarlos de agua, servicios médicos y que interceda con los presidentes municipales, para que sean sensibles y empáticos con los hermanos migrantes, quienes no desean quedarse, solo transitan por el estado para después dirigirse a los Estados Unidos.
La caravana migrante salió desde el pasado 24 de diciembre con rumbo a los Estados Unidos, desde entonces, no han parado, sufriendo del frío, calor incesante, deshidratación, enfermedades, sobre todo en niños y mujeres que acompañan la ruta, sin embargo, al parecer los pobladores oaxaqueños han llegado a un límite en el que no están dispuestos a que sus comunidades se vean rebasadas de migrantes ya que argumentan que dejan muy sucios los lugares a los que llegan, además de que algunos de ellos se drogan o andan por las calles pidiendo dinero y lo más importante, los municipios a los que llegan, no cuentan con la infraestructura necesaria para poderle dar asilo como ellos piden.
El ejemplo de Zanatepec, ya ha sido retomado por otras autoridades municipales, como es el caso del presidente municipal de Santiago Niltepec, otro poblado de la ruta migrante, quien ya advirtió que no dejará pasar a los migrantes a su localidad, haciendo la invitación a los pobladores para que eviten la libre circulación y le cierren la puerta a los migrantes.