La obra de la Autopista Barranca Larga- Ventanilla, es uno de los proyectos más ambiciosos que finalmente verán la luz este domingo 4 de febrero, cuando el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, se reúna con el gobernador Salomón Jara para dar el corte de listón inicial y la apertura oficial a la carretera que cuenta con un trazado de más de 100 kilómetros.
La autopista, que es uno de los proyectos de infraestructura que más recursos ha recibido en este sexenio tanto en Oaxaca como en la región sureste, ha generado miles de trabajos para su construcción y aunque ha pasado por un retraso significativo desde que se anunció su construcción, en estos últimos años tanto en los gobiernos de Alejandro Murat como el de Salomón Jara, se le ha dado celeridad para que por fin sea la luz.
La carretera conecta a la capital de Oaxaca con la zona costera en la que está Puerto Escondido, Mazunte y Chacahua, y que hace una diferencia al viajar rumbo a Huatulco, al disminuir el trayecto hacia uno de los destinos turísticos más buscados y visitados por turistas nacionales y extranjeros en poco más de media hora o hasta una hora, a diferencia de lo que se hace actualmente.
El trazado carretero está próximo a inaugurarse tras varios años de negociaciones, retrasos, conflictos ejidales y problemas en el terreno, mismos que ya han sido resueltos, luego del desplome de dos taludes en diciembre pasado y que generaron un retraso en su inauguración por un par de meses más, hasta el próximo 4 de febrero.
Sin embargo, ese retraso no viene de dos meses atrás, lleva ya 15 años, pasó de ser un proyecto sexenal a un proyecto transexenal que inició con Felipe Calderón, pasó con muchos problemas por el de Enrique Peña Nieto y por fin vera la luz con López Obrador, luego de varios problemas, sobre todo en cuanto a las negociaciones ejidales y al sobrecosto de la obra que hasta el sexenio de Alejandro Murat ya se había triplicado en su costo original.
¿Cuándo inició y cuanto ha costado?
El proyecto fue anunciado en el año 2006 por el exgobernador y quién hace poco se lanzó como candidato a la presidencia de manera independiente, Ulises Ruiz, durante el sexenio de Felipe Calderón, en aquel entonces, el compromiso fue conectar el Valle de Oaxaca con la Costa en dos horas y media, una proeza en aquel entonces, y que solo quedó en el papel.
Los representantes del gobierno estatal durante los sexenios de Ulises Ruiz y Gabino Cué, hicieron su trabajo de cabildeo y cumplieron las demandas sociales de los pueblos y éstos, a su vez, accedieron a permitir el paso de la carretera.
Sin embargo, cuando comenzaron las obras en el terreno, también empezaron a producirse los problemas entre los ejidatarios y las constructoras como ICA, provocados en gran parte por las mismas constructoras al causar daños en la tierras ejidales, por lo que la obra pactada para ser un proyecto sexenal y entregada con Peña Nieto, se fue a más de 15 años de construcción, y todavía en este sexenio de López Obrador, se postergó por algunos meses más por conflictos ejidales, mismos que por fin se solucionaron por negociaciones directas entre el gobierno federal y los ejidos.
Otro problema ha sido el sobrecosto de la obra, ya que en un principio se negoció con las empresas constructoras ICA y Omega, sin embargo, al tener problemas con los ejidos, poco a poco postergaron los trabajos y terminaron por terminarse sus recursos, lo que a la postre generó que Banobras rescatara el proyecto,
Al día de hoy, la inversión total de la obra es de más de 10 mil 670 millones de pesos, la mayoría de ese dinero, se ha recibido del gobierno actual, ya que con Peña Nieto el proyecto no avanzó al ritmo que se requería y fue un tema de disputa entre los gobiernos de Gabino Cué y el de Alejandro Murat.
Ahora, el proyecto se estima dejara una derrama económica importante para los dos destinos turísticos más importantes de Oaxaca, Puerto Escondido en la costa chica y Huatulco más al sur del estado, además de los destinos intermedios entre ambas playas, como son Mazunte, Zipolite, Puerto Ángel y San Agustinillos y con la promesa del actual gobierno de crear una extensión de la carretera con destino a Juquila, para aprovechar al turismo religioso, que es otra fuente importante de ingresos para el estado.