El día de muertos es una de las celebraciones más importantes de la cultura mexicana desde tiempos prehispánicos y que se modificaron con el paso del tiempo, integrando creencias religiosas tras la conquista de los españoles después de la caída de Tenochtitlán en 1521.
Tras esa fusión de creencias entre las religiones politeístas en América y la religión monoteísta europea, surgió la celebración del Día de Muertos como lo conocemos, con manifestaciones indígenas y católicas y con un significado muy especial para quienes aún mantienen sus creencias conforme a lo establecido antes de la llegada de los españoles, una de esas creencias proviene de la posibilidad de trascender a otro mundo, ya no en el plano físico, sino en el plano espiritual a través del camino hacia el Mictlán.
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¿Qué es el Mictlán y por qué es importante en el Día de Muertos?
El Mictlán es el inframundo en la mitología mexica, el sitio gobernado por el Dios de la Muerte, Mictlantecuhtli.
De acuerdo con las creencias prehispánicas de los pueblos originarios, las almas de aquellos que fallecían de causas naturales debían atravesar este lugar para alcanzar el descanso eterno, a través de una serie de niveles que les permitirían trascender en el tiempo y en el espacio a nivel existencial.
El viaje a través del Mictlán consta de nueve niveles, cada uno de ellos representa un desafío para quienes crucen hacía el Inframundo para buscar el descanso eterno.
El primer nivel es el Itzcuintlán, en dicho “piso” el alma cruza un río con la ayuda de un perro Xoloitzcuintle, quien es su guardián en esa travesía.
Al segundo nivel se le denomina como el Tepeme Monactitlán, se caracteriza por ser un lugar complicado en el que las almas deben luchar para cruzar un espacio en el que las montañas chocan entre sí, aplastando todo a su alrededor.
El tercer nivel está constituido por montañas hechas de obsidiana con caminos afilados que van desgarrando los cuerpos de los muertos, a este nivel se le denomina, Itztépetl.
Le sigue el Cehuelóyan, un lugar descrito como un infierno congelado con nieve espesa, en el que los guerreros culminan congelados antes de llegar a su destino final.
El nivel que cuenta con fuertes vientos que arrastran y azotan a los muertos es el Pancuetlacalóyan.
Mientras que el Temiminalóyan es un sendero en el que puedes morir (una vez más) flechado por manos invisibles que acechan a tu paso.
El siguiente nivel y cada vez más agresivo, es el reinado por bestias salvajes que le arrancan el corazón a los muertos y es conocido como Teyollocualóyan
El Apanohualóyan es un río con aguas fétidas que el alma debe cruzar antes de llegar a la parte culminante de su travesía.
El último nivel donde el alma encuentra su descanso es el Chicunamictlán.