Luego de más de 13 horas de bloqueos en la recién inaugurada carretera Barranca Larga-Ventanilla, que une a la capital del estado con Puerto Escondido, por parte de pobladores de la región de los Coatlanes, por fin se abrió la circulación a los cientos de automóviles y transportes que permanecieron detenidos por la manifestación.
La Secretaria de Gobierno (SEGO) de Oaxaca, anunció a través de su cuenta de X (antes Twitter), la liberación de la carretera, la más atractiva en estos momentos del territorio oaxaqueño y de varios estados que conectan con la entidad, por la facilidad de poder llegar a la playa en menos de tres horas, lo que ha generado altas expectativas y una demanda creciente de oferta de servicios de turismo y transporte.
La dependencia indicó que la apertura se dio en un marco de diálogo, por el momento, no se conoce los pormenores de las negociaciones, sin embargo, los pobladores por el momento quedaron conformes y están a la espera de que sus demandas sean resueltas, mismas que datan de mucho tiempo atrás, antes de que la autopista fuera inaugurada por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 4 de febrero.
Demandas justas para la SICT y el gobierno estatal
Los pobladores de los Coatlanes han estado en constante diálogo con las autoridades de la SEGO y de una manera muy precisa con las de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte (SICT), ya que desde el momento en que se anunció la celeridad para acabar con la carretera que se inició hace más de 15 años, los pobladores hicieron varias peticiones a las autoridades federales y estatales.
Dichas peticiones se refieren a la construcción de vías de comunicación para mitigar el impacto que la carretera tiene sobre sus comunidades, sobre todo en su vida rutinaria que no les permite cruzar libremente hacia sus parcelas o comunidades, por el trazo de la carretera.
Esto salió a relucir porque hace unas horas se suscitó un accidente entre una camioneta y un mototaxi, mismo que era conducido por un habitante de los Coatlanes, y de acuerdo con el punto de vista de los pobladores, pudo haberse evitado si existieran caminos alternos para poder circular de forma alterna a la autopista, lo que hasta el momento no existe.
Esta falta de infraestructura de mitigación, no les permite a los pobladores de los Coatlanes, llevar a cabo su vida diaria, debido a que muchos de ellos tienen que cruzar la autopista para llegar a sus parcelas de cultivo, y no existe una carretera alterna ni tampoco pasos de ganado, por lo que están en riesgo constante de sufrir un accidente como el ocurrido con el mototaxista.