Héctor Alejandro Cabrera Fuentes un científico convertido en espía ruso, quien estuvo detenido en Estados Unidos por actos de espionaje, reapareció recientemente en Oaxaca para reclutar investigadores para un nuevo proyecto en el que se encuentra trabajando.
Hace unos años la historia del científico oaxaqueño originario de El Espinal llamó la atención internacional, ya que esté había sido encontrado culpable de haber fugido como espía de Rusia en los Estados Unidos. Sin embargo, en 2022 fue liberado y deportado a México.
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En la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Héctor Cabrera Fuentes ofreció una charla titulada “Innovación y futuro en biomedicina: explorando nuevas fronteras en la investigación multidisciplinaria”. Durante la ponencia el científico expresó su intención de integrar una red de investigadores.
La idea que los investigadores de la UABJO puedan compartir ideas y conocimientos relacionados a la salud humana, en especial en temas de problemas cardiovasculares, materia que es la especializada de Cabrera Fuentes.
“Desde la ciencia debemos ver en donde hay recursos para generar investigación, por lo que los invitó a colaborar a esta misión en la que se busca que las y los investigadores de la UABJO puedan contar con recursos de otras universidades del mundo para avanzar en sus investigaciones”, afirmó.
El Doctor Cabera Fuentes, que es profesor en universidades de Alemania y Arabía Saudita, quien cuenta con reconocimiento internacional en su trabajo de investigación, reiteró a los investigadores oaxaqueños. “Queremos que la UABJO y Oaxaca esté en este esfuerzo global y seguir aportando”.
¿Por qué Héctor Cabrera Fuentes fue acusado de espionaje?
Luego de que el científico Cabrera Fuentes se casó con una mujer rusa y fueran a vivir a Alemania, durante un viaje en Singapur funcionarios rusos los retuvieron y obligaron al oaxaqueño a trabajar como espía. El objetivo de su misión era tomar fotos al auto de un agente de EUA, pero ante la falta de discreción terminó siendo descubierto y detenido cuando pretendía volver a México.
El bioquímico fue enjuiciado y se declaró culpable recibiendo una sentencia de 4 años en prisión, tres de ellos en domiciliaria. Sin embargo, en 2022 fue liberado y deportado. Desde entonces se desconocía su paradero.
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