Una nueva especie de luciérnaga descubierta en el Bosque de Chapultepec, en Ciudad de México (CDMX), fue nombrada María Sabina, en honor a la curandera oaxaqueña reconocida por su sabiduría ancestral. Su nombre fue elegido a través de una votación ciudadana en el marco del Día Internacional de las Mujeres Rurales.
La luciérnaga fue descubierta el 2 de septiembre de 2024 en el Lago Menor, luego de que un equipo de investigación percibió un pequeño destello durante un maratón de observación y registro de especies de flora y fauna.
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Así se descubrió la nueva especie de luciérnaga
Durante un análisis en el laboratorio se identificó que los ejemplares (dos machos y una hembra) son del género Photinus, aunque los especímenes no coincidían morfológicamente con ninguna de las especies documentadas en la Ciudad de México. Por lo que se concluyó que se trata de una especie nueva para la ciencia.
La luciérnaga fue denominada científicamente Photinus mariasabinae y su hallazgo se suma a las 17 especies de este insecto que hay en la Ciudad de México, informó la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema). La dependencia señaló en un comunicado que su nombre simboliza "la unión entre la ciencia y la sabiduría tradicional, al rendir homenaje a una mujer rural cuya vida representa el equilibrio entre naturaleza, espiritualidad y conocimiento ancestral".
La elección fue resultado de una votación realizada del 26 de septiembre al 5 de octubre de 2025, en la que también estuvieron los nombres de Malinalli Tenepal e Irene Elena Motts Beal, "mujeres que, desde distintas épocas, iluminaron la historia de México con su conocimiento, fuerza y legado".
¿Quién es María Sabina?
María Sabina Magdalena García fue una curandera mazateca y sabia de la palabra, reconocida en México y el mundo por ser curandera. Nació en 1894 en Huautla de Jiménez, Oaxaca, y a lo largo de su vida trabajó con hongos alucinógenos en rituales de sanación.
En 1955 recibió la visita del investigador Robert Gordon Wasson, que después de ingerir bajo la guía de María unos hongos blanquecinos, narró en artículos científicos y revistas de divulgación una serie de tratados médicos refiriendo su experiencia con estos hongos alucinógenos. Esto causó revuelo a nivel científico y aumentó en los extranjeros el interés por el uso ceremonial de los hongo.
A partir de entonces y luego del movimiento hippie, la fama de María Sabina detonó y su conocimiento de la medicina tradicional ha inspirado investigaciones en campos como la etnomicología y el diálogo entre prácticas ancestrales y ciencia. Siguió con su legado hasta que falleció a los 91 años en su casa en Huautla.