Por delitos contra la salud, en su modalidad de narcomenudeo, hipótesis de posesión con fines de comercio, y portación de arma de fuego, Fernando N, quien está relacionado con la muerte de Lidia Gabriela, fue vinculado a proceso.
Los datos de prueba aportados por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) permitieron a un juez de control tomar esta decisión.
En la audiencia inicial, el impartidor de justicia calificó como legal la detención, por lo que el agente del Ministerio Público de la Fiscalía de Investigación del Delito de Narcomenudeo, de la Coordinación General de Delitos de Alto Impacto, formuló la imputación correspondiente.
Tras analizar los datos de prueba expuestos, el juzgador determinó llevar al individuo a proceso y fijó un mes de plazo para el cierre de la investigación complementaría; además, decretó la prisión preventiva justificada como medida cautelar.
Por lo que respecta al delito de portación de arma de fuego, se declinó competencia al fuero federal.
Las investigaciones señalan que el imputado, quien fue puesto a disposición por la posible posesión de droga y un arma de fuego, aparentemente manejaba el auto de alquiler desde el que posiblemente se arrojó la joven Lidia sobre Calzada Ermita Iztapalapa.
Lamentable muerte de Lidia Gabriela
La desesperación por sentirse amenazada por el sujeto que aparentemente la llevaría a su casa a bordo de un auto de alquiler, derivó en la muerte de la joven Lidia Gabriela, quien tomó el taxi para dirigirse a su casa, sin embargo, el conductor no la quiso bajar en el punto que ella le pidió y cambió la ruta, la joven asustada decidió saltar por la ventanilla y al caer se golpeó la cabeza con el asfalto y falleció.
Los hechos en los que perdió la vida Lidia Gabriela, ocurrieron en el perímetro de la alcaldía Iztapalapa, ubicada al oriente de la Ciudad de México el pasado martes 1 de noviembre al filo de las 17:30 horas, de acuerdo con los testimonios tanto de su hermano como de su novio, Lidia tomó un taxi en la colonia Las Peñas para dirigirse a su casa, el automóvil de colores blanco y rosa, enfiló rumbo al metro constitución de 1917.
Sin embargo, para mala fortuna de Lidia, el chófer cambió de ruta intempestivamente y además la amenazó con cobrarle de más a lo pactado, por lo que la chica evidentemente asustada, decidió enviarle un mensaje a su novio para decirle lo que estaba ocurriendo, sin embargo, todo fue inútil.
Por Carlos Navarro
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