Humberto Cruz, periodista de Oaxaca, grabó en video el momento del impacto del huracán Otis categoría 5 contra la ciudad de Acapulco; la grabación fue tomada en medio de la tormenta, ya que el reportero señala que pensaba que tocaría tierra horas más tarde, sin saber que estaba captando justo el momento que golpeó con toda su fuerza a la costa de Guerrero.
A través de su cuenta de la red social X (antes Twitter), el oaxaqueño compartió el video captado desde la habitación del hotel donde se hospedada en la que se puede ver la magnitud de las lluvias y los vientos que devastaron el puerto y hasta el momento han dejado a 30 personas muertas y daños incalculables en toda la ciudad.
Video del momento de la llegada de Otis a Acapulco
De acuerdo a lo que el periodista Humberto Cruz cuenta eran las 12:30 de la noche cuando tomó el video (Otis tocó tierra a las 00:25 de acuerdo a la Coordinación Nacional de Protección Civil), en la narración relata que la ventana de su habitación se rompió por la fuerza de los vientos.
“Es verdaderamente estremecedor, es verdaderamente espeluznante poder observar la fuerza de la naturaleza que parece arrastrar todo. Es una vorágine de viento y agua”, cuenta Cruz en el video.
Humberto Cruz tuvo que refugiarse en el baño ante el huracán
En un segundo video, el comunicador de Oaxaca, cuenta su experiencia desde el baño del hotel en donde tuvo que refugiarse debido a la fuerza del huracán Otis, ahí utilizó la bañera como cama. También se alcanza a apreciar el fuerte ruido que provoca la tormenta, el cual podría asimilarse a algo que se escucharía en una película de terror.
“Se cimbra todo el edificio, toda la estructura (…) no se cuanto pueda durar esta pesadilla, no sé cuanto pueda resistir está estructura, solo queda confiar en Dios”, dice angustiado Humberto Cruz.
Tras el paso del huracán Otis la ciudad de Acapulco quedó en ruinas, el servicio eléctrico se vio interrumpido al igual que la señal de telefonía, conforme los días han pasado se reportan casos de saqueos a tiendas comerciales. La ayuda de la sociedad y el gobierno apenas va en camino, pero las secuelas de esta tragedia parece que durarán mucho tiempo.
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