El huracán Otis se ha convertido en el huracán categoría 5 en la escala Saffir-Simpson (que mide la intensidad y poder destructivo de los meteoros) en tocar suelo mexicano en este siglo XXI que despedaza casi por completo el Puerto de Acapulco, Guerrero, sitio que hasta hace una semana había sido golpeado por varios huracanes poderosos (Paulina o Manuel) en otras épocas, pero nunca como Otis.
Otis es el huracán más destructivo que ha llegado a Guerrero, primero por su fuerza y manera tan sorprendente de evolucionar en muy poco tiempo de una depresión tropical a un huracán brutal; en menos de nueve horas dejo prácticamente cerrado el puerto de Acapulco y a pobladores y visitantes que estaban ahí, envueltos en una experiencia que nadie desearía vivir.
En cifras preliminares que probablemente irán aumentando, Otis ha dejado hasta ahora más de 220 mil viviendas en ruinas, cerca del 80 por ciento de la infraestructura hotelera destruida, caída en los servicios de agua potable, energía eléctrica (37 líneas de transmisión, 26 subestaciones eléctricas, una central de generación y 10 mil postes caídos), más de medio millón de personas afectadas por falta de energía, las cadenas de producción colapsadas, más de 30 sensores de la red de alertamiento sísmico sin funcionar y lo más lamentable, 39 personas muertas hasta el momento y el censo de viviendas y negocios continúa.
Estos datos contrastan con lo reportado en su momento por el paso de Paulina en 1997 que provocó deslaves en los alrededores de la bahía, destruyó un estimado de 5 mil viviendas, 25 mil casas tuvieron daños menores, más de 3 mil inmuebles se quedaron sin techo y más de 10 mil familias damnificadas, de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), con el detalle que Paulina fue un huracán categoría 4 y no golpeó de forma directa a Acapulco al contrario de Otis.
En 2013, la tormenta tropical Manuel, también dejo serios daños en Acapulco, y aunque en aquella ocasión no tocó tierra y se dirigió con destino a Sinaloa donde se disipó, causó una caída de lluvia extraordinaria que dejó prácticamente anegado a todo el puerto y con daños materiales inconmensurables en infraestructura carretera, puentes, avenidas, comercios, escuelas, hospitales, quienes sufrieron el poder destructivo de Manuel.
Manuel se convirtió en el segundo huracán más destructivo en Guerrero después de 16 años con Paulina, sin embargo, en nivel de daños y pérdidas Manuel superó a Paulina, pero, por otro lado, Paulina causó mayor número de muertes; ahora, Otis se pone a la cabeza como el más destructivo de todos hasta el momento y el que más fuerte ha golpeado al Puerto y a varios municipios aledaños de Guerrero.
Los huracanes más mortíferos de la historia
Un meteoro de esta naturaleza en México solo se había presentado en la época moderna con el huracán Gilberto, meteoro que destrozó gran parte de la Península de Yucatán, principalmente Quintana Roo y Yucatán, y al igual que Otis sorprendió a los científicos ya que su trayectoria fue muy particular, cuando todos pensaban que se degradaría a tormenta tropical en cuanto tocó tierra en Quintana Roo, tomó fuerza, salió hacia el Golfo de México y se dirigió con destino a Tamaulipas, dejando lluvias torrenciales en estados como Veracruz, Nuevo León y Tamaulipas, hasta disiparse ya en tierra en Coahuila.
Gilberto es el huracán que más repercusiones ha tenido en México, por su trayectoria y porque destruyó la infraestructura de varios estados de México, no se enfocó en uno solo, sino que devastó a varias entidades y mostró imágenes que muy pocas veces se pueden ver, como el desbordamiento del río Santa Catarina en Monterrey.
Debido a Gilberto, 225 personas perdieron la vida; hubo 51,610 personas damnificadas, cerca de 140,000 personas evacuadas y provocó daños en sectores como la navegación, comunicaciones, servicios urbanos e infraestructura. Se estima que la pérdida económica total de este fenómeno fue de 76 millones de dólares aproximadamente.
El huracán Stan fue la décima octava tormenta tropical y el décimo primer huracán de la temporada 2005 en el Atlántico. Además, fue el sexto ciclón que impactó a México ese año. Ingresó a México por la costa del golfo el 4 de octubre en la región de los Tuxtlas en Veracruz, dónde más de 100 mil personas tuvieron que ser evacuadas; avanzó tierra adentro y afectó también los estados de Oaxaca y Chiapas. Se declaró situación de emergencia y luego de desastre a cinco estados: Chiapas, Hidalgo, Oaxaca, Puebla y Veracruz.
Ese mismo año, el huracán Wilma, que tras golpear el Caribe y tocar tierra en Cuba, azotó los estados de Quintana Roo y Yucatán entre el 21 y 24 de octubre. Tuvo un impacto económico, traducido en las costosas pérdidas en la actividad turística y comercial, a diferencia del huracán Stan ocurrido unos días antes y en el que los daños fueron principalmente de carácter social.
Se considera el huracán más devastador en la historia del estado de Quintana Roo, donde mantuvo 63 horas de afectación continua. La precipitación pluvial fue de 1.5 veces la del promedio anual en esa entidad. Se declararon en desastre 6 municipios de 11 en ese estado y 73 de los 106 municipios que conforman el estado de Yucatán; la imagen que quizá fue más potente, fue ver a Cancún sin arena en las playas, el huracán se la llevó.
Otis en la lista negra
Ahora, Otis se une a la lista de tormentas que han causado graves daños materiales y humanos en la zona del Pacifico y por ello es muy probable que su nombre sea borrado de la lista, esto debido a que, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) decide retirar de las listas los nombres de los huracanes más destructivos, esto con el fin de tener registros históricos y evitar las confusiones con otra tormenta del mismo nombre y con ello ayudar a la población a la hora de reclamar por los daños y seguros y no confundirse con otra tormenta del mismo nombre.
Los nombres de huracanes se retiran si se considera que fue muy notable debido al daño y muertes que causó y para evitar que traiga a la memoria hechos lamentables que tengan que ver con ese nombre; por lo tanto, es muy probable que Otis entre a la lista de huracanes vetados de por vida, al igual que Manuel y Paulina en el Pacifico y Stan, Wilma y Gilberto en el Atlántico.