Dos funcionarios del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), están en el ojo del huracán, luego de que salió a la luz que durante su gestión como funcionarios del organismo autónomo, utilizaron la tarjeta corporativa del Instituto para llevar a cabo "juntas de trabajo" en un conocido table dance de nombre Curazao, que tiempo después fue señalado por cometer el delito de tráfico de personas, por lo que tanto Oscar Mauricio Guerra Ford y Rosendoevgueni Monterrey Chepov, se vieron obligados a presentar su renuncia irrevocable ante el escándalo.
A través de un comunicado, el Consejo Consultivo del INAI, pidió al órgano de control interno que investigue los gastos indebidos en que incurriendo ambos funcionarios al utilizar la tarjeta de crédito institucional para hacer pagos personales en el conocido table dance que se ubicaba en la Ciudad de México y que cuatro años después en 2020 fue cerrado por delitos de trata de personas.
“Los dos secretarios del INAI, Oscar Mauricio Guerra Ford y Rosendoevgueni Monterrey Chepov, presentaron sus renuncias a los cargos que desempeñaban, a fin de facilitar las investigaciones correspondientes”, se les en el comunicado.
El escándalo salió a la luz gracias a una denuncia a través de medios de los reporteros Guillermo Hernández y Nancy Flores de Sexta W y Contralinea, sobre el ocultamiento de gastos ejercidos por Guerra Ford en el 2016, en los que destacan sus reuniones personales en el conocido table dance.
El INAI advirtió que actuará con todos los recursos administrativos y de fiscalización disponibles “para aclarar este y cualquier acto que pudiera considerarse contrario a la legislación y normatividad mexicanas.
Reacciona el presidente
La solicitud de investigación no incluyó una revisión de los gastos personales en los que probablemente hubieran incurrido los cuatro comisionados actuales de esa institución, que tienen en su poder tarjetas bancarias del INAI y un margen de 10 días para reembolsar los gastos que hagan sin ajustarse a las normas del ejercicio del dinero público.
Tras este escándalo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reaccionó y afirmó su narrativa sobre lo que piensa de la operatividad del INAI, recordando que es un organismo que no ayuda a la ciudadanía y por el contrario en lugar de brindar transparencia, favorece la opacidad como en este caso.
Sin embargo, rechazó hacer algún comentario ya que es conocida su postura respecto a la simulación que representa esa institución para la transparencia, supuestamente, señalando que esa oficina le cuesta al erario, mil millones de pesos.