Se va noviembre y con él, se ve ya en el horizonte el último mes del año, el más festivo y en el que solemos compartir nuestro tiempo con nuestros seres queridos, eso sí, bien abrigados y con nuestras mejores galas para las múltiples celebraciones que vienen en diciembre.
El mes se caracteriza por conjuntar festividades de todo tipo, religiosas, fiestas de fin de año laborales, intercambio de regalos, los últimos días de escuela, los ritos religiosos de las posadas, la navidad y el día de la Virgen de Guadalupe, así como el cierre del año el 31 y la llegada del solsticio de invierno el próximo día 21.
Uno de los días festivos para la religión católica es el día 8, fecha en la que se celebra la Inmaculada Concepción de María, es decir, el nacimiento inmaculado de la Virgen, fecha por demás importante para todos los católicos en el mundo.
La defensa de este dogma de fe, sobre el nacimiento inmaculado de la Virgen, está desde el Siglo XIV, con ello la preservación del pecado original.
Aunque ya desde los primeros siglos de nuestra era algunos padres de la iglesia griega y latina se refieren a la Madre Dios como “inmaculada”, por ejemplo, san Justino o san Ireneo, las primeras noticias sobre la celebración de esta fiesta datan del siglo VII, en varios monasterios de Palestina, si, la zona que actualmente está en conflicto (aunque por ahora mantiene una tregua el grupo Hamás) con Israel.
Juquila, su santuario
España fue, desde muy temprano, el fervor popular hizo nacer, desde muy pronto, las primeras fiestas y manifestaciones artísticas que reflejan este fervor a la Madre de Dios y su Inmaculada Concepción.
En España ya en el siglo VII se celebraba la fiesta de la Concepción Inmaculada. Un amplio número de textos litúrgicos medievales muestra que la fiesta de la Inmaculada Concepción se guardaba en el siglo XIII, incrementó su popularidad en el XIV y se difundió ampliamente por toda España durante el siglo XV, especialmente, tras la recuperación de los territorios del sur de España por la corona de Castilla.
La devoción a la Inmaculada ha sido plasmada, especialmente desde el Siglo XVII por numerosos artistas de todo el mundo siendo, además de obras de devoción, verdaderas catequesis plásticas.
En México, el Día de la Inmaculada Concepción se suele celebrar con una liturgia, siendo las principales sedes del evento la Catedral Metropolitana en la CDMX, la Basílica de la Inmaculada Concepción en Puebla y el santuario de Nuestra Señora Inmaculada de Juquila en Oaxaca.