Cuando hablamos de galletas saladas sin duda la marca que es más famosa entre los mexicanos son las “Saladitas” Gamesa, sin embargo, ¿qué contienen y por qué están reprobadas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco)? Te lo contamos para que lo pienses dos veces antes de comerte una.
En su más reciente estudio la Profeco evaluó diferentes marcas de galletas saladas, digestivas y de animalitos para conocer qué es lo que contienen, si cumplen con las normas mexicanas y no ocultan información al consumidor. Durante los resultados diferentes marcas no fueron aprobadas, entre ellas las famosas “Saladitas” Gamesa.
¿Las Saladitas Gamesa son recomendables?
De acuerdo a la Profeco en 100g de este producto contiene 9.40 g de proteína, 71.57g de carbohidratos, aportan 416 calorías de contenido energético. Además, contiene 10.27g de grasa, 2.91g de azúcares y 1.529mg de sodio. En cuanto azúcar es la marca que menos azúcar contiene, pero en cuanto a sodio es la cuarta marca con más cantidad de esta sustancia.
Además, se encontró que contiene jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), que según explica la Profeco, la fructosa no es capaz de inhibir la secreción de la hormona de grelina que inhibe la sensación de saciedad y recula el apetito. Esto quiere decir que pese a que se consuma mucho no frena al estimo del apetito y hace que comas más.
El jarabe de maíz de alta fructosa fue creado en la década de los 70 en Estados Unidos para hacer endulzantes que sustituyeran el maíz. Sin embargo, pese a que es un endulzante más potente que la azúcar común no contiene nutrientes y al ser más barato se ha vuelto parte del negocio de muchas empresas.
Sin embargo, el JMAF ha sido relacionado con diversas enfermedades crónicas generadas por el consumo de alimentos ultraprocesados como son los refrescos, leches saborizadas, jugos, pan empaquetado, yogurt saborizado, cereales de caja y galletas empaquetadas.
También tiene aceite de palma
Aunque la Profeco no lo señala en su estudio, en su sitio web Gamesa informa que las “Saladitas” contienen aceite de palma, un ingrediente ampliamente criticado por que su industria es la responsable de la deforestación y destrucción del medio ambiente de diversas regionales selvática de Indonesia y Malasia que han puesto en peligro de extensión animales como orangutanes, tigres, rinocerontes, elefantes, tapires, osos, insectos, aves y plantas.
El aceite de palma es una grasa vegetal que se obtiene del fruto de la palma Elaeis guineesis que su costo económico es usado en la elaboración de helados, salsas, margarinas, galletas, panes, pizzas congeladas, frituras, chocolates y claro fórmulas para lactantes.
La Profeco advierte que debido a los problemas de salud que genera y el “lado oscuro” de su industria los distribuidores suelen esconder que sus productos lo contienen usando apodos como “aceite de palmiste, grasa vegetal fraccionada e hidrogenada de palmiste o manteca de palma”.
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