El calvario vivido por la familia de la jovencita Norma Lizbeth, estudiante de la Escuela Secundaria Oficial 518 Anexa a la Normal, localizada en el municipio de Teotihuacán en el Estado de México, ha dejado muy claro lo que puede suceder cuando no se actúa en casos de acoso y violencia escolar y juvenil, el llamado bullying, dejando marcada de por vida a toda una familia por la brutalidad con la que la estudiante fue tratada por otra “compañera” y ridiculizada por otros jóvenes y además fue ignorada por las autoridades educativas que no hicieron nada para evitar su fallecimiento.
La desafortunada muerte de una jovencita que fue descrita por su familia, compañeros y amigos, como una niña soñadora, tranquila, que le gustaba la escuela y no se metía con nadie, a manos de otra de sus “compañeras” que constantemente la molestaba y ejercía violencia contra ella, llegó a un límite insostenible de violencia que acabó con su vida unas semanas después de ser agredida con una roca en la cabeza y sufrir heridas graves que finalmente le cortaron su existencia.
El desconsuelo de la hermana, madre y sus familiares cercanos de Lizbeth, no es para menos, en un momento de furia la niña perdió la vida y dejó una huella indeleble en los habitantes de la comunidad en la que viven, por esa razón, los vecinos y amigos cercanos, salieron a las calles para exigir justicia, además del cese de la directora de la escuela (cosa que ya sucedió), y la presentación de la jovencita que golpeó y asesinó a Lizbeth.
La madre de la niña, la señora Francisca Pérez, aseguró en entrevista con Imagen Tv, que su hija era una pequeña estudiosa, soñaba con ser enfermera, sin embargo, sus compañeros se metían con ella por su color de piel y por sus caireles en el cabello.
"Sí, me platicó mi hija, me dijo que los compañeros le hacían bullying por el color de mi hija, porque tenía sus caireles porque era bonita mi hija, a lo mejor por eso le hacían muchas cosas", dijo la señora visiblemente afectada.
Decidió enfrentar a su agresora y perdió la batalla
La señora Pérez también informó que le aconsejaba a su hija que no se metiera en problemas, que no fuera grosera con sus compañeros y que si llegaba a tener problemas, hablara con la maestra. Esa situación parece que se cumplió, ya que de acuerdo con la hermana de Lizbeth, Alma Delia Ramos Pérez, Lizbeth acudió a denunciar lo que pasaba con ella y sus agresores con la directora, pero la encargada de la escuela no hizo caso y por el contrario ignoró lo que sucedía, hasta que se suscitó la tragedia.
La hermana de Lizbeth señaló que el pasado 21 de febrero la joven decidió hacer frente a las burlas de sus compañeros y de su agresora, quien en redes ha sido identificada como Aylin, no quería pelear, pero eran tantas las burlas que decidió ir a la pelea, por desgracia, la muchacha recibió golpes en la cabeza y cara con una roca que traía su rival, esos golpes le produjeron traumatismos severos en el cráneo y la nariz rota.
La respuesta de las autoridades de la escuela fue la suspensión de las dos muchachas, la directora no hizo caso a las denuncias y las mandó a su casa; semanas después Lizbeth comenzó a presentar mareos y desmayos, hasta que un día se desmayó y ya no despertó, a pesar de que fue al hospital y recibió atención médica, no hicieron lo necesario para salvarle la vida, por los traumatismos provocados por los golpes con la roca y los puños.
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