La joven de 33 años Diana Peña, es oriunda del Estado de México, particularmente del municipio de Naucalpan, el pasado lunes 23 de abril tomó su auto para dirigirse a una entrevista de trabajo en la Ciudad de México, sin embargo, en el trayecto y según los informes, en plena autopista se perdió el rastro de su paradero, y ahora su familia está desesperada tratando de encontrar respuestas a este misterio que los mantiene preocupados por la vida de Diana.
La también madre de una pequeña, salió con destino a la Ciudad de México en la alcaldía Coyoacán, tenía prevista una entrevista de trabajo y más tarde debía regresar por su hija para recogerla en su escuela, sin embargo, al filo de las 10 de la mañana, y en plena autopista Chamapa-Lecheria, una de las más transitadas en el poniente de la capital del país, se perdió contacto con ella, y a pesar de que su celular permaneció encendido por algunos minutos, más tarde se apagó cerca del municipio de Naucalpan y desde entonces no se sabe nada de ella.
De acuerdo con las investigaciones y relatos sobre lo sucedido o lo poco que han podido recabar, se sabe que Diana tenía una reunión de trabajo al sur de la capital del país, tomó su auto (un Beat gris Oxford) y se enfiló a su cita que era en punto de las 11, más tarde se comunicaron con la pareja de Diana para comunicarle que no llegó y al intentar comunicarse con ella ya no respondió, solo pudo localizar su último punto de conexión gracias a que compartían una cuenta de Google, al llegar ahí para buscarla, no encontraron nada a pesar de que estuvieron dando vueltas y buscando en los alrededores.
Sin rastro de ella
Las autoridades tanto del Estado de México como de la Ciudad, han sumado esfuerzos para tratar de dar con el paradero de Diana Peña, sin embargo, hasta el momento lo único que han encontrado son algunas de sus pertenencias en el interior de su auto abandonado, mismo que apareció con los vidrios abajo y sin rastro de violencia en su interior, muy cerca de la autopista en la que se perdió señal de su ubicación a solo unos metros de la salida a Lomas Verdes, por donde debía tomar Camilo había su cita.
Ante la desesperación y miedo por no encontrar a Diana, amigas, primas y hermanas de ella, salieron con pancartas y volantes para repartir en las calles, y ante la falta de resultados sobre su paradero decidieron cerrar los carriles centrales del Periférico Norte para exigirle a la Fiscalía del Estado de México, que den con su paradero y les ofrezcan información sobre lo que le ha ocurrido.
La desaparición de Diana es un caso más de impunidad y violencia en México, un caso que se suma a la larga lista de mujeres desaparecidas que no han vuelto con sus familias en un entorno de violencia contra ellas y ante un avance inminente del crimen organizado ante la inoperancia de los cuerpos de seguridad e investigación, y más en un estado que es el segundo a nivel nacional en violencia e inseguridad de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
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