México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SR) rechazó la aprobación de la Ley SB4 en Texas, Estados Unidos, que permite la detención de inmigrantes solo por su apariencia, considerando que la legislación que ha entrado a vigor atenta contra los derechos humanos de la comunidad migrante.
A través de un comunicado, el gobierno mexicano aseguró la medida afecta los derechos humanos de más de 10 millones de personas de origen migrante que residente en Texas, generando ambientes hostiles con expresiones de odio, discriminatorios y de perfilamiento racial.
“México rechaza tajantemente cualquier medida que permita a las autoridades estatales o locales ejercer labores de control migratorio, detener y retornar a personas nacionales o extranjeras a territorio mexicano”, indicó la SRE.
Además, señalaron que el país reitera su derecho legitimo a proteger los derechos de sus naciones en los Estados Unidos y de establecer sus propias políticas de internación a su territorio por lo que el gobierno participará como Amigo de la Corte para acercar información sobre el impacto que tendrá la Ley SB4 de Texas.
“En ese sentido, México no aceptará, bajo ninguna circunstancia, repatriaciones por parte del estado de Texas”, añaden.
¿Qué es la Ley SB4 de Texas?
La Ley SB4 de Texas impulsada por el gobernador Greg Abbott, que permite a cualquier policía texano a detener a personas sospechosas de haber ingresado ilegalmente a Estados Unidos y autoriza a cualquier juez de ese estado a ordenar que los detenidos abandonen el país o que enfrenten cargos menores de entrada ilegal.
De esta manera los agentes ya no necesitan causa probable para detener a cualquier persona, como lo era antes, cuando necesitaban haber presenciado de manera directa la entrada ilegal o que quedará grabada en video.
La legislación fue firmada desde diciembre pasado, sin embargo, se encontraba bloqueada por los tribunales, hasta que en esta semana la Corte Suprema permitió que entrará en vigor y se comience a aplicar (aunque puede volver a ser suspendida).
Dicha normativa es apoyada por los republicanos que consideran que en la frontera entre México-Estados Unidos “hay una invasión de migrante”, aunque la aplicación de la ley provocará sobrecarga a las fuerzas del orden, menor seguridad en las comunidades de Texas, separación de familias y discriminación racial, indican detractores como el presidente Andrés Manuel López Obrador y activistas de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles.
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