Con la llegada de las abundantes lluvias del mes de junio gran parte del territorio mexicano tuvo un alivio en cuanto a la sequía y escasez de agua que se vive desde hace unos años, sin embargo, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) señala que estás no serían suficientes para acabar con estas problemáticas en el país.
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De acuerdo a un artículo publicado hasta el mes de mayo del 2024, el 76 por ciento del país estaba sufriendo sequía, provocando dos zonas de sequía excepcional en el noroeste y el centro-sur de México, afectando a más personas que la sequía del 2011 considerada como la última más importante que había ocurrido.
Según la NOAA, esto se debe a que los fenómenos del Niño y la Niña afectan de manera diferente al noroeste y al resto del país, por lo que el año pasado con el déficit de lluvia los problemas se intensificaron afectando a cultivos, ecosistemas y suministros de agua.
Además, se sumaron las olas de calor que se vivieron este año desde abril, que trajeron temperaturas por encima del promedio y que rompieron más de 80 récords de altas temperaturas registradas desde 1953.
Aunque la llegada de la temporada de lluvias con fenómenos como la tormenta tropical Alberto han permitido una recuperación en zonas como Yucatán y el centro de México, ya que se considera que el mes de junio pasado es el más húmedo registrado desde 1941, esto podría no ser suficiente para atender la sequía.
En el noroeste de México sigue experimentando condiciones de sequía excepcionales y no se vislumbra un alivio. Según Pascual-Ramírez, climatólogo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) septiembre suele ser el mes más lluvioso en todo México, pero los pronósticos de los modelos no parecen muy prometedores.
“Los meteorólogos tampoco esperan una buena temporada de lluvias de verano en el norte y noroeste de México debido al monzón norteamericano, por lo que es probable que la sequía en esta zona persista hasta finales de este año”, señala el artículo de la NOAA.
Además, 210 presas y embalses principales del país reportan un llenado del 37 por ciento al 1 de julio de 2024, según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) . Esto es menor que el 49 por ciento a principios de año. Más de la mitad (153) de estas presas y embalses están por debajo del 50 por ciento de su capacidad.
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