Una joven usuaria de redes sociales, se llevó una muy mala experiencia junto con sus visitantes de origen chileno, a quienes invitó al Zócalo de la Ciudad de México a pasarla bien con buena comida y bebida, pero se llevó una pésima imagen cuando fue prácticamente “robada” por los encargados de un restaurante ubicado en los alrededores de la Plaza de la Constitución.
La reportera de la cadena rusa RT, Betzabe Zumaya, fue la victima junto con sus amigos chilenos de una estafa por parte de los encargados de uno de los restaurantes ubicados en una terraza aledaña, un hecho que se ha repetido en varias ocasiones y que a pesar de las denuncias sigue ocurriendo.
El Zócalo es uno de los puntos turísticos más visitados por millones de personas cada año en la capital del país, es por ello que se considera un sitio que debes visitar en tu estancia en la capital, sin embargo, por acciones como la que vivió Betzabe, los turistas ya no quieren acercarse a degustar comida o bebida en alguno de los restaurantes de las cercanías.
“Me vieron la cara de turista en mi propio país…que decepción …. Lleve a unos amigos chilenos a una terraza frente a Palacio Nacional y esta fue la cuenta, unos tacos de arrachera de casi 500 pesos, sigo sin creerlo”, mencionó la chica mientras arrobaba a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
¡Con todo y propina!
De acuerdo con la periodista, al momento de pedir la cuenta recibió un ticket con los siguientes costos por los alimentos que pidieron tanto ella como sus invitados.
Un plato de guacamole para cuatro personas por el que pagó 480 pesos, algo fuera de proporción, mientras que por una orden de tacos de arrachera (420 pesos por cada una), pagaron mil 680 pesos, un costo alto comparado con otros lugares de la capital del país.
A esto se sumaron bebidas por un valor total de 840 pesos, entre cervezas y una jarra de limonada de medio litro.
No conformes con eso, les sumaron 50 pesos por persona por el uso de la terraza, (200), más el 16 por ciento del impuesto al valor agregado (IVA), para un total de tres mil 680 pesos y para cerrar el cuadro, les agregaron el 15 por ciento por el “servicio” aunque eso está prohibido, no es obligatorio.
La polémica por la experiencia de la periodista, tuvo detractores y defensores, mientras unos apoyaban la denuncia, otros preguntaron la razón por la que no vio el menú, a lo que la chica respondió que no se la proporcionaron, una práctica en la que suelen incurrir estos establecimientos y que anteriormente ya se había denunciado.
Por lo pronto, la chica se fue pagando lo que le indicaron, pero dejando la queja a la Profeco para que hagan algo al respecto, ya que como se mencionó, no es la primera vez que ocurre.
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