Una de las tradiciones más bellas y emblemáticas no sólo en Campeche sino en todo el país, llega cada 1 y 2 de noviembre con la celebración de los fieles difuntos, fecha en la que se conmemora a nuestros muertos y se celebra a la muerte.
En Campeche tienen una celebración muy particular, suelen rendir tributo a sus muertos, pero también los acompañan y "limpian" mientras pernoctan con ellos durante la noche y parte del día, con el fin de recibirlos de vuelta en el mundo de los vivos.
Este rito forma parte de las tradiciones de la localidad de Pomuch, a 70 kilómetros de la capital de Campeche, en el municipio de Hecelchakán, en ese lugar, año con año las familias acuden al cementerio para realizar un ritual conocido como la "limpieza de los santos restos".
Las familias sacan los restos de sus difuntos y los limpian muy bien, para después depositarlos en una urna recubierta con un manto bordado en color blanco y después los meten en un osario para finalizar el ritual y rendirles homenaje.
Herencia maya
Esta celebración se lleva a cabo a partir de los tres años en que falleció la persona, durante ese tiempo, los restos son colocados en una urna sellada y cuando pasa el período de "veda", los exhuman para limpiarlos y ser depositados en el osario en el que descansarán eternamente.
Los restos mortales comienzan a ser limpiados entre el 25 de octubre y el 30 de ese mismo mes, ya que el 31, las familias comienzan a montar las ofrendas para recibir las almas de sus muertos en su largo peregrinar desde el inframundo.
Este ritual es una tradición maya que, mezclada con la religión católica, afianza y legitima el deseo de no dejar ir a quienes mueren y mantenerlos vivos en el recuerdo de sus familiares y amigos.
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