En días recientes se ha vuelto un tema recurrente las intoxicaciones que se han presentado en menores de edad que están consumiendo medicamentos controlados para cumplir un reto viral que se ha difundido a través de la plataforma de Tiktok.
El caso más reciente es una intoxicación múltiple entre alumnos de secundaria de la Ciudad de México, en la Escuela Secundaria Francisco I. Madero, ubicada en la calle Guillermo Prieto de la colonia San Rafael en la Alcaldía Cuauhtémoc, de la capital del país.
Más tarde, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), informó que fueron atendidos ocho alumnos, de los cuales, cinco fueron dados de alta sin síntomas fuertes y en buen estado de salud, mientras que los tres restantes fueron hospitalizados para recibir la atención requerida; finalmente se informó que ninguno de los ocho resultó con daños graves y fueron dados de alta.
El polémico “Reto Clonazepam” consiste en tomar medicamentos con fuertes dosis con el fin de saber quién o quiénes son los participantes que permanecen más tiempo despiertos, lo que ha generado preocupación por las posibles consecuencias que puedan tener los jóvenes.
¿Para qué sirve el Clonazepam?
El medicamento es una benzodiacepina que se utiliza en los tratamientos de ciertos trastornos convulsivos en adultos y niños; además se usa para tratar trastornos de pánico (incluyendo la agorafobia, miedo o ansiedad a estar en un lugar o una situación particular). Su acción consiste en reducir la actividad eléctrica anormal en el cerebro.
Es un medicamento tranquilizante que funciona para bajar los niveles anormales de carga eléctrica en el cerebro, mismos que producen ataques de ansiedad y miedo extremo, lo que lleva a la persona a perder la estabilidad emocional por un tiempo y requerir no solo de dicha medicina, sino de terapias psicológicas para retomar la capacidad emocional.
Los jóvenes en distintos estados de la república han recurrido al uso de este medicamento controlado para llevar a cabo el llamado "reto viral" que ahora mantiene a la Policía Cibernética y a las autoridades educativas en alerta por los problemas derivados del consumo sin razón del medicamento.
Sin embargo, al ser un medicamento controlado, no se puede adquirir sin una receta y además no es un medicamento que pueda ser consumido sin daños colaterales por su consumo, sobre todo si la persona no lo requiere y mentalmente se encuentra bien de salud.
Entre las consecuencias que podrían ser fatales, destaca el aumento en el riesgo de problemas de respiración graves o que pongan en peligro la vida, sedación o coma si se usa junto con determinados medicamentos, y lo más peligroso, puede alterar la capacidad mental y el equilibrio emocional.
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