En diversas comunidades de México se tiene la creencia de que en los inicios de octubre suceden cambios meteorológicos relacionados con las fiestas de San Francisco de Asís, quien sería el responsable de traer lluvias y agua a las localidades, por ello es que se le denomina “El Cordonazo de San Francisco”.
De acuerdo con las tradiciones católicas, el 4 de octubre se celebra a San Francisco de Asís, santo que fue canonizado por el Papa Gregorio IX en el año 1228, relacionado con el amor a los animales, pero también a la abundancia del agua, se dice que la historia por la que abunda el agua es por dos razones.
La primera hace referencia a que el 4 de octubre, San Francisco sacude el cordón de su túnica que lleva amarrado en la cintura para “quitarle el agua” que lleva impregnada, se menciona que dicho cordón trae las últimas gotas de agua que hay en la Tierra, por lo que se asocia con la época del fin de la temporada de lluvias.
La otra versión del “Cordonazo” se refiere a que San Francisco es el encargado de la apertura del cielo al manipular las nubes, y cuando llega el día de su celebración golpea las nubes con su cordón, lo que genera tormentas, lluvias pronunciadas y fuertes rayos.
La fiesta en Oaxaca
Otra teoría indica que a la llegada de Cristóbal Colón, hace más de medio siglo, el viajero se encontró con la época de lluvias estacionales y lo denominó "El Cordonazo de San Francisco", quizá en referencia a lo que mencionamos anteriormente sobre la creencia del poder del santo católico.
Lo que es un hecho es que en inicios de octubre, las fiestas en honor a San Francisco de Asís, son primordiales para los pueblos de todo México.
La celebración a San Francisco de Asís, incluye danzas tradicionales, desfile con mojigangas, exhibición de yuntas adornadas con flores y desde luego la verbena popular.
En el caso de Oaxaca se lleva a cabo una calenda que recorre las calles aledañas al templo de San Francisco de Asís, ubicado en la calle de Doctor Ramón Pardo del Centro Histórico de Oaxaca.