Una de las personalidades que se forjó gracias al sufrimiento de decenas de víctimas, a las que lejos de hacerles justicia se les ha revictimizado una y otra vez, es la llamada "mataviejitas", mote que duele a las víctimas que año con año tienen que soportar las caras y gestos de la asesina, Juana Barraza, quién se encargó de forjar un nombre en prisión por los asesinatos de varias mujeres de la tercera edad, eso la ha hecho poderosa y temida en el penal de Santa Martha.
Juan Barraza se hizo fama en la década de los 90 y principios de los dos mil, al convertirse en una asesina serial, la primera en la historia reciente de México, hecho que le ha permitido mantenerse vigente por su historial delictivo en el imaginario popular y si a eso le agregamos que "aristas", como Amandititita la hicieron todavía más famosa, el resultado es una persona que vive y convive entre asesinas, ladronas y delincuentes en el penal y sin ningún tipo de arrepentimiento por sus actos.
Barraza Samperio cometió diez asesinatos y una agresión frustrada, hecho que le salvó la vida a una anciana de la colonia Jardín Balbuena de la entonces delegación Venustiano Carranza en el Distrito Federal, en aquella ocasión, la luchadora vio frustrado su intento de homicidio (en aquel entonces no estaba tipificado el feminicidio), en contra de su víctima, gracias a que uno de los hijos de la señora llegó justo a tiempo y además otro de los hijos estaba dentro del predio con una pierna enyesada, este hecho de la pierna enyesada resultó clave para poder enviar a prisión a la asesina, en cuando se vio descubierta pudo salir de la casa y escapar.
Sin embargo, en México el caso de Barraza Samperio se hizo todavía más famoso porque es la primera mujer en mucho tiempo que tiene la categoría de multiasesina, ha habido otros casos, pero el de la “mataviejitas”, resultó ser todo un desafío para las autoridades del entonces Distrito Federal.
Casos como el de ella, no son únicos, en México y especialmente en la capital del país han surgido otros casos que han llamado la atención de las autoridades por la manera en la que han captado la atención y han generado el miedo entre la población.
La psicología forense y sobre todo el periodismo de nota roja, se han dado a la tarea de documentar los casos que han inculcado miedo, pero también generan expectación por el modus operandi de gente como “El chalequero”, quien entre 1880 y 1888 mató a 20 prostitutas, a quienes se les acercaba de modo educado y con elegancia, se ganaba su confianza (como Barraza con las adultas mayores) y aprovechaba ese vínculo para después asesinarlas.
Otro caso fue el de “El estrangulador de Tacuba”, el famoso y popular Gregorio “Goyo” Cárdenas, quien se hizo de un nombre en la prensa sensacionalista por asesinar a cuatro mujeres, una de ellas, su amiga de la escuela, y tres prostitutas, con quienes primero tuvo relaciones sexuales y después las mató y enterró en el jardín de su casa.
Su caso fue un “ejemplo” de readaptación social, porque estando dentro del Penal de Lecumberri, estudió psiquiatría, derecho, llevaba buenas relaciones con el personal médico (femenino), e incluso tenía permiso para salir cuando quisiera, al grado de que en 1976 obtuvo un indulto del presidente Luis Echeverría, por ser “un ejemplo” de la readaptación social.
El “psicótico muralista”, fue diagnosticado con esquizofrenia paranoica, se llamaba Higinio Sobera de la Flor, alías “El pelón”, mató al menos a dos personas, pero se le diagnóstico con un desorden mental, por lo que fue enviado al manicomio de “La Castañeda” en los años 50.
Cine y realidad terrorífica
Otro multihomicida fue el llamado “Jack mexicano”, en referencia a Jack el destripador inglés, a este sujeto se le comprobaron los asesinatos de dos mujeres, pero se tiene la sospecha que fueron al menos doce mujeres. Su talante y carácter opresor, además de autoritario, lo llevaron a ser una persona que no entendía un no por respuesta y cuando no se le cumplía ese deseo o capricho, podrían suceder cosas como las que propiciaron la muerte de varias de sus víctimas.
Las Poquianchis es un caso muy famoso y documentado en la historia de la fuente policial en México, las hermanas María Luisa, Delfina, María de Jesús y Carmen González Valenzuela, mataron al menos a 150 personas, quienes trabajaban en sus burdeles en San Francisco del Rincón, Guanajuato.
Reclutaban a las mujeres, las obligaban a dar sexo servicio y cuando algo no salía como ellas querían, las asesinaban por inanición, las hacían abortar y muchas de ellas no lo soportaban y morían, sin embargo, esos casos no salieron a la luz, eran sepultadas en el mismo predio junto con los bebés que no nacían.
Su caso fue inspiración para el libro “Las muertas” del escritor Jorge Ibargüengoitia, que a su vez fue inspiración para el guion de la película de “Las Poquianchis” dirigida por Felipe Cazals.
Ya en la época moderna, destacaron dos casos, el del famoso “Sádico”, Raúl Osiel Marroquín, quien asesinaba a homosexuales, los ahorcaba, los descuartizaba, y después los arrojaba en maletas a la vía pública, siempre en las inmediaciones de la colonia Asturias.
El otro asesino que llamó la atención fue “El Caníbal de la Guerrero”, José Luis Calva, quien asesinó al menos a tres mujeres, su exnovia, su pareja y una prostituta, pero, además, se descubrió que el tipo se comía los restos humanos, por lo que fue bautizado con ese mote.
El último caso lamentable y triste, fue el de un sujeto de 72 años que vivía en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, quien hasta ahora se ha documentado que mató a 17 mujeres, así como a un niño y a un hombre, y al igual que José Luis Calva, se comía los restos y además, se tiene documentado que regalaba carne a sus vecinos.
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