Las fuertes temperaturas registradas en pleno invierno en México y en distintas partes del mundo, han generado preocupación por parte de la comunidad científica por los cambios tan inesperados que pueda traer el fenómeno del Niño, que este año pondrá a ‘arder’ a una gran parte del planeta, y además, ya se pueden ver las afectaciones por la sequía prolongada que padecemos actualmente en distintos estados de la república, incluyendo Oaxaca.
La reciente ola de calor (fuera de temporada) está generando preocupación en la ciudadanía y entre los científicos de todo el mundo, ya que es evidente que las afectaciones no son individuales, se resienten en todas partes e incluso resaltan mucho más con la mayor generación de incendios forestales, temperaturas extremas en distintas partes del planeta, huracanes más violentos, inundaciones en lugares en los que usualmente no ocurren o días como los que estamos viviendo, en los que el calor está “asando” a los habitantes y el rol que juegan los fenómenos conocidos como El Niño y la Niña.
Dichos fenómenos del Niño y la Niña, se alternan en un ciclo irregular denominado Oscilación Meridional de El Niño (ENOS).
El fenómeno natural de Oscilación del Sur, es un fenómeno climático que se caracteriza por el calentamiento anormal de las aguas superficiales del océano en la región central y oriental del Pacífico ecuatorial. Esta influencia climática tiene un impacto significativo en las condiciones de vida en diferentes partes del mundo y se resiente a nivel global, sin importar la geolocalización del fenómeno en la región ecuatorial.
“El Niño” fue nombrado así por pescadores de origen peruano (localizado en el Ecuador terrestre), a quienes el fenómeno los afectaba en su vida y forma de sustento. Lo llamaron así porque era muy frecuente verlo en época navideña y le dieron ese nombre en franca referencia al niño Jesús y se produce cada 2 a 7 años en promedio en la zona ecuatorial del Pacífico.
Esto ha alertado a la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en el sentido de que está aumentando la probabilidad de que el fenómeno de El Niño se adelante y se genere desde la primavera, es decir, que inicie entre marzo y mayo y se prolongue hasta julio y septiembre de 2024, tal como sucedió el año pasado, lo que provocará un aumento de las temperaturas a nivel global, y sequías y precipitaciones anómalas en distintas regiones del mundo.
¿Qué estados estarán en problemas?
En México, se tiene previsto que los periodos de sequía se resientan en los estados de Chiapas, Oaxaca, Campeche, Tabasco, Yucatán e incluso el Estado de México y la Ciudad de México, que en estos días están viviendo una situación complicada por el bajo nivel de las presas en el Sistema Cutzamala.
Mientras que las lluvias harán de las suyas a mediados de año en los estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sinaloa, Durango y las dos Baja Californias.
En Oaxaca vale la pena resaltar que los problemas han incrementado por el desabasto de agua en varias colonias de la capital oaxaqueña, además de que recientemente se han suscitado problemas con otros municipios como el caso de San Agustín, Etla, quienes hace pocos días, le “cerraron la llave” a la capital por adeudos en el pago del suministro.
Aunado a este problema, existen condiciones poco favorables para la captación de lluvias, los pozos están en su nivel más bajo de muchos años atrás, la infraestructura hidráulica presenta problemas derivados del paso del tiempo, lo que ha generado fugas, mismas que generan desperdicio del agua y, además, un severo problema de manejo de aguas residuales y la poca atención a la captación de agua de lluvia, la que prácticamente es nula en Oaxaca.