El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, inauguró la tarde de este lunes 26 de febrero, la obra del rompeolas del puerto de Salina Cruz, Oaxaca, que servirá para recibir en un futuro muy cercano, buques de los denominados “Panamax” que son quienes mueven el comercio mundial alrededor del mundo.
Acompañado del gobernador Salomón Jara Cruz, así como los secretarios de Marina, el almirante Rafael Ojeda y el de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, así como otros miembros de su gabinete y autoridades locales, el mandatario informó que con estas obras que pertenecen al proyecto del Corredor Interoceánico, México estará en condiciones de competir a nivel global con Panamá para el trasiego de mercancías por el Istmo de Tehuantepec, y unir las costas este y oeste de los Estados Unidos con Asia a través de los puertos de Coatzacoalcos, Salina Cruz, Dos Bocas y Puerto Chiapas.
Un proyecto ambicioso de enorme importancia para México
Uno de los objetivos más ambiciosos del actual gobierno del presidente López Obrador, es el desarrollo económico y social de la región sur-sureste del país, que integra estados como Oaxaca, Tabasco, Veracruz, Chiapas, así como los que integran la Península de Yucatán, Quintana Roo, Campeche y Yucatán.
Ese desarrollo va de la mano con la creación de obras de infraestructura muy importantes en aquella región, que incluye al Tren Maya, la refinería Olmeca en el puerto de Dos Bocas y desde luego la construcción del Corredor Interoceánico, por el que se tiene el objetivo de que circule un alto porcentaje de las mercancías y productos que actualmente lo hacen por el Canal de Panamá.
El Corredor Interoceánico es una obra de proporciones épicas y además un largo sueño anhelado por otro presidente de México, el General Porfirio Díaz Mori, quien durante su estadía en el gobierno pensó hacer un paso entre el Pacífico y el Atlántico con la ayuda del tren y obras de infraestructura en los puertos.
Una de esas obras de infraestructura ya es una realidad, tras un par de años de construcción, en qué con ayuda de maquinaria pesada, cálculos técnicos y la mano de obra de decenas de personas, se pudo conseguir levantar un rompeolas majestuoso que tiene el objetivo fundamental de permitir la llegada de buques de gran calado que hasta ahora no podían llegar a Oaxaca por la poca profundidad, lo que era un freno a las exportaciones e importaciones de mercancía.
El rompeolas tiene una extensión de 1.6 kilómetros, con 25 metros de profundidad y 300 metros de ancho en el Puerto de Salina Cruz, mismo que se encuentra junto a la terminal de carga, con capacidad para mover un millón 400 mil contenedores, y un acceso ferroviario con un viaducto para llegar al Puerto, mismo en el que muy pronto llegarán buques de gran calado, verdaderos colosos que mueven gran parte del comercio mundial por vía marítima.