Si alguna vez te has preguntado porque traes en la cabeza una canción que repites hasta el cansancio sin dejar de hacerlo e incluso una tonada o un jingle pegajoso de alguna campaña publicitaria, que no sabes por qué, pero es tan llamativo que no dejas de escucharla o tararearla, no te preocupes, la ciencia tiene la explicación para “tus males”.
Esa necesidad de repetir y repetir ese audio que te apasiona, tiene el nombre de gusano auditivo, también conocido como gusano cerebral, música pegajosa, síndrome de canción atascada o también llamado, imágenes musicales involuntarias (INMI).
Este último concepto es interesante, explicado perfectamente con ese meme que decía: “Yo por dentro, yo por fuera”, en el que podíamos ver a un hombre o mujer serio (a), mientras caminaba o iba en el transporte público, tranquilo y reflexionando, mientras por dentro, traía la canción más pegajosa o su “gusano auditivo” a todo lo que da.
Esta sensación en la que todos sin excepción caemos, no está fuera de lo normal, de hecho, todos en distintas etapas de nuestra vida hemos tenido estas referencias repetitivas, es más, ahora mismo, sin duda, podemos pensar en el mapache de “Pedro, Pedro, Pedrooo” o en cierto candidato que ahora tiene presencia gracias a ese jingle que utiliza su apellido o que tal, cuando suena el Himno de la Champions.
¿Cómo puedes acabar con el gusano auditivo?
Y eso tiene sentido, porque la característica esencial es que esa tonada es una pieza musical pegajosa y se convierte em memorable, ya que ocupa continuamente la mente de una persona incluso después de que ya no se toca ni se habla de ella, es decir, podemos hartarnos de ella, pero en cuanto escuchamos esa canción años después, sabemos perfectamente de qué se trata.
Estos gusanos auditivos son una metáfora para describir la persistencia de una melodía en nuestra conciencia, misma que llegó para quedarse, por ello, es parte fundamental de la mercadotecnia y la publicidad.
Por lo general, los gusanos auditivos duran entre 15 y 30 segundos y son más comunes en personas interesadas en la música.
Si deseas acabar con ellos (al menos por un momento), puedes intentar mascar chicle, escuchar a un locutor de radio, oír la canción hasta que te hartes de ella o escuchar otros temas muy fáciles de recordar como el Himno Nacional, por ejemplo.