Un escenario apocalíptico es el que está saliendo a flote en el sur de Brasil tras las sorpresivas inundaciones que azotaron a la nación sudamericana, que hasta el momento han dejado más de 100 personas fallecidas, miles de casas en ruinas, aeropuertos, carreteras y las imágenes de personas y animales que no tienen a dónde ir, que poco a poco están siendo rescatadas por miles de voluntarios y elementos de la milicia y cuerpos de socorro.
Las lluvias que se mantienen de forma intermitente en la provincia de Grande Do Sul, han dejado escenarios muy tristes e historias de vida, con decenas de videos y fotografías de personas siendo rescatadas de los techos de sus casas, aferrados a sus perros, gatos y hasta un caballo, que esperó pacientemente a que lo rescatarán del techo de una casa, una imagen poderosa que ejemplificó el escenario apocalíptico en el que más del 85 por ciento del territorio de la provincia sureña del Brasil ha quedado bajo el agua.
Otros escenarios nos muestran aeropuertos completamente anegados, carreteras y avenidas convertidas ahora en canales por los que ahora cruzan, lanchas, motos acuáticas, barcos pequeños, balsas hechas con madera, así como patrullas acuáticas de los servicios de emergencias y del Ejército brasileño.
La tragedia apenas comienza, debido a que hasta el momento las autoridades de Grande Do Sul, reportan 108 personas fallecidas, así como 126 personas que siguen desaparecidas, daños materiales incalculables y un periodo de recuperación que aún no está estimado, debido a que las condiciones climáticas aunque han cedido, no permiten la operación total de los servicios de emergencia y voluntarios para apoyar a más de un millón de damnificados.
¿Qué generó las peores inundaciones en más de 80 años en Brasil?
De acuerdo con los servicios meteorológicos de Brasil, así como de otras agencias a nivel mundial, el origen de las lluvias atípicas (relacionadas con el cambio climático), se generaron por la presencia en varios días de una masa de aire caliente, que en estas fechas no son habituales en el cono sur, y el choque con una masa de aire frío del Atlántico, que derivó en una vaguada propicia para la caída de lluvia.
Durante diez días, Rio Grande Do Sul experimentó una cantidad de lluvia equivalente a tres meses de precipitaciones normales en una región que suele tener en todo el año, una humedad superior a otras partes del continente.
El río Guaíba, que bordea la capital de Porto Alegre, alcanzó su nivel máximo histórico debido a estas lluvias, superando el récord anterior establecido durante las inundaciones de 1941, más de 80 año estables se rompieron en estas dos semanas.
La situación sigue siendo crítica, y se esperan más temporales que afectarán aún más la región, lo que mantiene en estado de alerta al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva.
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