El potencial ciclón tropical Uno se convirtió en las últimas horas en la Tormenta Tropical Alberto, el primero de la temporada de huracanes 2024 en el hemisferio norte, el que inaugura la lista que de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) llegará a los litorales del Atlántico este año.
Cómo sabemos, cada año entre los meses finales de la primavera y el otoño comienza en nuestro país la denominada “temporada de huracanes”, misma que es apreciada por la cantidad de agua que puede proveer en varios estados de la república luego de la sequía prolongada que se ha extendido hasta este mes de junio, que además ha sumado varias olas de calor con temperaturas récord de hasta 50 grados en algunas regiones del planeta.
La generación de lluvias extraordinarias también se convierte en un problema social y de protección civil, ya que las lluvias suelen afectar zonas en las que la infraestructura urbana y de drenaje se ve rebasada por la cantidad de agua que cae, sin embargo, es también muy evidente que se necesita para poder llenar presas y restablecer los niveles de captación de agua en todo el país y aminorar los efectos de la sequía; un ejemplo claro es lo que sucedió recientemente en Chetumal, Quintana Roo con inundaciones atípicas por un periodo de lluvias torrenciales.
Ante la llegada de la temporada de lluvias, los ciudadanos y pobladores de las zonas cercanas a los litorales, suelen informarse en los medios de comunicación y por sus propias autoridades del avance de los fenómenos meteorológicos, que a diferencia de los sismos o por ejemplo de los tornados, se pueden prevenir de acuerdo con las mediciones que día con día se llevan a cabo para conocer con exactitud su ubicación y la trayectoria que podrían tener.
¿Cuál es la diferencia entre uno y otro?
En este tema surgen conceptos que pueden marcar la diferencia a la hora de hacer un análisis sobre los riesgos y las medidas que se pueden tomar por parte de los tres niveles de gobierno.
El nombre correcto de los fenómenos climáticos es el de ciclones tropicales, que son uno de los fenómenos naturales que provocan mayores pérdidas económicas cada año, debido al incremento de los asentamientos humanos en zonas de riesgo y a la degradación ambiental producida por el hombre.
Un ciclón tropical es una masa de aire cálida y húmeda con vientos que giran en forma de espiral alrededor de una zona central, en el hemisferio norte es en sentido contrario a las manecillas del reloj (en el sur es al revés, se le denomina ‘Efecto Coriolis’). Se forman en el mar, cuando la temperatura es superior a los 26º C y es muy poco probable (pero no imposible) que se generen también en el hemisferio sur.
Los ciclones tropicales se clasifican en tres tipos de acuerdo con la velocidad de sus vientos máximos; la primera se llama depresión tropical, cuando sus vientos son menores a 63 km/h; la segunda es la llamada tormenta tropical (como Alberto), que comprende vientos entre 63 km/h y 118 km/h y la tercera categoría es la de huracán al presentar vientos con una velocidad mayor a los 118 km/h.
En otras partes del mundo se les conoce como Tifón, sobre todo en el Pacífico Noroccidental, Willy-Willy en la zona de Australia, Baguío en las Filipinas, Ciclón en el Océano Índico y Huracán en el Atlántico, Pacífico nororiental y Golfo de México.