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¿Qué tan bueno es el Kinder Delice, según la Profeco?

Estos fueron los resultados del estudio de calidad realizado al famoso pastelito.

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¿Qué tan bueno es el Kinder Delice, según la Profeco?Créditos: Especial

El Kinder Delice es uno de los pastelitos favoritas de muchas personas debido a su sabor, pero alguna vez te has preguntado ¿qué tan bueno es? Bueno la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) lo reveló en un estudio de calidad realizado a diferentes marcas de pastelitos.

Los productos de Kinder como el famoso Kinder Sorpresa o el Kinder Bueno son elaborados por la casa Ferrero, originaria de Italia, la cual también tiene otros productos como son el Tic Tac y la Nutella y claro los famosos chocolates de avellana que se regalan en cumpleaños o fechas especiales.

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La Profeco realizó un análisis a los pastelitos Kinder Delice para conocer que el contenido neto, la grasa, aporte calórico, proteína, calidad sanitaria y cantidad de azúcares que contiene en cada porción. Estos fueron los resultados obtenidos:

¿Qué tan bueno es el Kinder Delice?

El Kinder Delice, es un pastelito con cobertura a base de cacao con relleno a base de leche, el cual aporta apenas 2g de proteínas, contiene 10.8 g de grasas, 13.7 gramos de azúcares y aporta 191 calorías cada pastelito.

Además, la Profeco destaca que los pastelitos contienen sacarosa (azúcar común), jarabe de glucosa y fructosa, dextrosa y jugo de pera, pero no añaden Jarabe de maíz de alta fructosa, el cual inhibe la sensación de saciedad provocando más apetito, como lo hacen otros productos.

Análisis de la Profeco al Kinder Delice. 

Aunque el producto no es el más bajo en cuanto a la cantidad de azúcares, tampoco es el más alto ya que se encuentra a la mitad del límite máximo que pueden contener que es 25 g en cada porción. Sin embargo, sí es uno de los que más grasas contiene casi el doble de la mayoría de pastelitos analizados.

Finalmente, la Profeco señala que antes de comprar este tipo de productos es importante tener en cuenta los sellos de advertencia y reflexionar si se los vamos a dar a nuestros hijos, ya que el consumo excesivo de ellos puede propiciar obesidad.

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