Malas noticias para la izquierda mexicana y para quienes algún día confiaron en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), como un partido de izquierda y defensor de los más pobres y vulnerables de México, y tras convertirse en la comparsa del PAN y del PRI, han quedado liquidados en el espectro público nacional y perderán su registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
El PRD habría perdido luego de los conteos distritales en todo el país que llegaron a su fin este sábado 8 de junio, tras una elección arrolladora en la que la coalición Seguimos Haciendo Historia, conformada por Morena, PT y Verde, se llevó prácticamente todo el país, traducidos en más de 35 millones de votos para la flamante presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo y mayoría calificada en ambas cámaras del Poder Legislativo.
De acuerdo con los datos difundidos de los Cómputos Distritales, el PRD obtuvo a nivel federal sólo un millón 121 mil 020 votos a su favor en las elecciones del pasado domingo 2 de junio, el equivalente al 1.8647 por ciento.
Mientras que en la elección para ambas cámaras del Poder Legislativo no llegó mi siquiera a los 3 millones de votos, lejos muy lejos de los casi 15 millones que obtuvo en la elección de 2006 de la mano de Andrés Manuel López Obrador, que le permitió contar con casi la mitad del país que los apoyaban y que ahora, 18 años después, solo se mantiene de forma testimonial en algunos estados y municipios.
De estar a menos de un punto de la presidencia a la extinción en 2024
El Partido del Sol Azteca se formó en 1989, tras la decisión de varios actores políticos que se rebelaron al Partido Revolucionario Institucional (PRI), entre quienes se encontraban los personajes relevantes de la izquierda, que después fueron candidatos a la presidencia.
Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, Gilberto Rincón Gallardo, Heberto Castillo, así como Amalia García, fueron esos políticos de izquierda que llevaron al PRD a ser uno de los partidos más grandes en el país, luego de la contienda presidencial de 1988, en la que el Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, perdió la elección ante el PRI de Carlos Salinas de Gortari.
Luego de esa derrota, el movimiento se hizo más robusto y poderoso, primero con una ampliación de sus bases y después con una presencia mediática y política de dos de sus figuras emblemáticas, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, el primero tengo a las elecciones de 1994 y 2000, en las que quedó relegado al tercer sitio.
Después López Obrador, aprovechó el empuje que consiguió el PRD tras ganar el entonces Distrito Federal en su primera elección a Jefe de Gobierno, con Cárdenas, luego él en el 2000, para lanzarse como candidato favorito en los comicios de 2006, perdiendo en una polémica elección ante Felipe Calderón por 0.56 por ciento de la votación.
En ese año, el PRD alcanzó su mayor repunte en el electorado, recibió el apoyo de la mitad del país y gobernó varias entidades de México, lo que animó una vez más a López Obrador a lanzarse en la elección de 2012, en la que nuevamente perdió ante el PRI de Enrique Peña Nieto, esa derrota significó la ruptura de la dirigencia con Lope Obrador, ya que decidieron aliarse en el Pacto por México con el PAN y el PRI.
Esa decisión generó que AMLO rompiera definitivamente con el PRD y formará en el 2012 el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), mismo que seis años después lo llevaría a la presidencia de la república y al PRD a su salida.
Ahora, el panorama es muy distinto, el PRD está al borde de la extinción por no conseguir los votos necesarios y su futuro está en vilo, ya que ahora su única esperanza es la resolución del INE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), tras los recursos de impugnación que el partido interponga en la mesa.