En 2024 no habrá año Hidalgo, es decir corrupción en el presupuesto público justo en la última etapa del actual gobierno, aseguró la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum.

La ganadora de la elección del 2 de junio recalcó que el presidente Andrés Manuel López Obrador está pendiente de los recursos que se ejercen en el último año de gobierno, que culmina el 30 de septiembre.

"El propio control presupuestal, digamos, que se tiene, que antes las Secretarías determinaban mucho, lo hice yo en el Gobierno. Antes los presidentes no se metían a ver ni los ingresos ni cómo iba el gasto presupuestal.

"El Presidente está a diario viendo cuánto hay en la caja, cómo son los ingresos y revisión permanente con la Secretaría de Hacienda del presupuesto público, cómo va avanzando el gasto", sostuvo en conferencia de prensa.

Incluso, en su etapa como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México revisaba los egresos e ingresos a las arcas capitalinas.

"En mi caso, cuando fui Jefa de Gobierno, era lo mismo, cada semana tenía reunión con la Secretaría de Finanzas y veíamos tanto los ingresos como los egresos, si había subejercicio, etcétera.

"Antes eso estaba complemente suelto, entonces se daban estas condiciones de corrupción tremenda, no va a haber año de Hidalgo", agregó.

¿Qué es el año de Hidalgo?

Desde hace algunas décadas, en la política mexicana se conoce como “el año de Hidalgo” al último año de gobierno, ya sea de un presidente, un gobernador o prácticamente de cualquier servidor público.

Tiene mucho que ver con una expresión coloquial que rima con el apellido del Cura Hidalgo, algo así como “Año de Hidalgo, chingue su madre el que deje algo”.

La expresión tiene más que ver con la corrupción en el gobierno que con Don Miguel Hidalgo y Costilla.  

Específicamente, se busca gastar todo el presupuesto hasta no dejar ni un centavo en las arcas, evitando beneficiar a los adversarios políticos y dejar secas las arcas del gobierno para los que vienen detrás.

Con información de Carlos Navarro

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