La tarde de este jueves 25 de julio de 2024, trascendió la captura de uno de los líderes criminales más perseguidos y poderosos de México, el capo Ismael “Mayo” Zambada.
Funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos, informaron al Semanario ZETA de Tijuana, Baja California, que pasadas las 2 de la tarde, Ismael Zambada había sido detenido por autoridades estadunidenses en El Paso, Texas.
La agencia Reuters informó que de acuerdo con dos fuentes confiables se confirmó la detención de uno de los lideres más poderosos del Cártel de Sinaloa, quien es uno de los principales capos del narcotráfico en México y los Estados Unidos.
Captura del Mayo sorprende ¿Se habría entregado?
La detención del capo se habría llevado a cabo en un aeropuerto privado de la ciudad fronteriza, sin ofrecer mayores detalles, se comenta que el Mayo está en manos de las autoridades, y aunque ha sido una sorpresa, se comenta que se han llevado cabo varios operativos especiales en aquella región e incluso en la revista Proceso se menciona que de acuerdo con una fuente de la DEA, el capo podría haberse entregado.
A diferencia de otros capos, “El Mayo” ha mantenido un perfil bajo, lo que le ha permitido evadir a las autoridades durante más de cinco décadas, desde que junto con Joaquín Guzmán Loera alías "El Chapo", fundaron a uno de los grupos más poderosos y sanguinarios del narco en México, el Cártel de Sinaloa.
Al Mayo se le atribuye haber sido la cabeza del Cártel en las sombras, contribuyendo al éxito del grupo criminal en la exportación de cocaína y heroína hacia Estados Unidos. Por esa razón, el gobierno norteamericano ofrece una recompensa de diez millones de dólares por su captura, misma que ha trascendido el día de hoy.
En México, el capo es uno de los criminales más buscados junto con los hijos del Chapo Guzmán y el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, alías El Mencho.
En los últimos años han ido en aumento los señalamientos en la Unión Americana contra el Cártel de Sinaloa, por la producción, distribución, tráfico y venta de fentanilo, en un momento muy complicado de la política bilateral, por las elecciones en los Estados Unidos y los recientes ataques del candidato republicano Donald Trump a los cárteles del crimen organizado.